ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
El estado de Querétaro no se encuentra dentro de las 10 entidades con mayores casos de contagio, se ubica en un rango medio (26 casos), y ello en buena parte se explica por el comportamiento responsable de sus ciudadanos para acatar las medidas de permanecer en casa, guardar distancia, cumplir en los establecimientos abiertos al público de no más de 10 personas y en algunos casos hasta cinco, las acciones de lavarse las manos y usar otros productos anti-bacteriales, así como el uso de tapabocas y la suspensión de actos masivos. Se encuentra por abajo del número reproductivo predecible de contagios. Por ello, es importante reforzar dichas medidas y sobre todo en el periodo de semana santa.
Por otra parte, la calidad del aire ha mejorado, de acuerdo al reporte del día 30 de marzo del Centro Estatal de Monitoreo Ambiental, principalmente en la Delegación de Carrillo Puerto en donde se había registrado en el mes pasado de febrero, una mala calidad con respecto al componente de PM10 (partículas). Lo único distinto es que el componente de Ozono para las estaciones del Auditorio Josefa Ortiz y la delegación de Félix Osores, se registra una calidad aceptable, pero no buena como en el resto. Y ello es posible explicarlo debido a que los autos que permanecen estacionados sin circular, y cuya tecnología seguramente no es tan eficiente para detener las emisiones fugitivas de los tanques de combustible, lo que hace que existan contaminantes, aunque no estén en circulación tales vehículos. En términos generales, la calidad es buena y esto es ya un beneficio para los ciudadanos y el medio ambiente.
Por otra parte, varios ciudadanos han reportado ver cerca de sus domicilios, animales que antes ya no se veían como los tlacuaches, como en las áreas verdes de la colonia Arboledas, al igual que ardillas, y una mayor presencia de polinizadores. Los hábitats que fueron ocupados por los humanos debido al crecimiento urbano y que, por el momento, se encuentran sin su presencia, ahora, estos animalitos silvestres, salen o regresan a sus antiguos hábitats. Es relevante esta interacción en torno al hábitat, pues nos muestra claramente que en la ciudad, no sólo existen humanos, sino también otros seres vivos compuestos de animales silvestres que de alguna manera se han retraído, pero que ahí están y que en cualquier oportunidad, como ahora sucede, saldrán. La necesidad de un hábitat tanto en espacio como en su calidad es fundamental para cualquier ser vivo.
Nos debe servir de lección, para cuando planeamos, autorizamos o adquirimos una casa en un fraccionamiento, que éste debe contar con espacios verdes, no de pastos, sino naturalizados para que las otras especies cuenten con algún espacio para su supervivencia.
Por último, se observa también la organización ciudadana para apoyar al comercio local y a los pequeños productores urbanos y rurales, mediante el consumo local, a fin de que no vayan a la quiebra. Tal acción contribuye a un comercio de bajas emisiones de carbono y a una economía más equitativa.