SERGIO VENEGAS R.
Es la una de la tarde y el bullicio de turistas y queretanos en el Jardín Zenea solo es opacado por las sirenas de cuatro motocicletas de la policía municipal que irrumpen frente a la tienda Del Sol.
Siete uniformados, apoyados por una patrulla y portando armas largas interceptan a una mujer que está a punto de cruzar Corregidora rumbo al andador 5 de Mayo.
Casi la arrolla uno de los agentes, mientras otra uniformada la alcanza a detener.
-pensé que me estaba ayudando, dijo Perla Guevara, artista de La Cañada.
Inmediatamente la comienzan a revisar. Igual a su hijo menor de edad.
Es “sospechosa”, dice un agente.
-… “De ser sospechosa de salir del banco, vengo con mi hijo. Me siento atropellada. Una denuncia anónima. No se vale. Hay gente que realmente necesitan revisar. Esto es un atropello”, repite entre lágrimas, doña Perla.
No le encuentran nada ni a ella ni a su hijo.
-No están preparados, les dice la mujer ofendida. ¿Sí saben que hace unos días un esposo mató a su pareja? Pero ustedes no hicieron nada, hasta carta le mandó a Pancho Domínguez, suelta molesta.
Es notorio el exceso de fuerza y la parafernalia de los agentes, armados hasta los dientes, para detener a esta queretana que había acudido a la sucursal de Bancomer para pagar la reinscripción de su hijo al bacillerato.
No se vale, repite una y otra vez.
Los agentes toman su credencial del INE. Por radio reportan sus datos. Diez minutos después le devuelven el documento.
-Yo no confío en la policía, les dice en su cara. Ahora, identifíquense ustedes, exige Perla Guevara.
Los polis pasan saliva y le dan sus generales, que anota en una hoja.
-Voy a ver a mi abogado.
Y se despide, agradeciendo que PLAZA DE ARMAS tomara nota de la prepotencia policiaca. En pleno centro de la capital.
Mientras, los asaltos a casa habitación, negocio y automóvil, crecen y ubican a Querétaro como uno de los 5 estados más inseguros del país.
Pero están más ocupados en esculcar a una madre y a su hijo menor.
Un día común en el centro de Querétaro.