Desde la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Manuel Naredo Naredo, confirmó que el proyecto que la dependencia autorizó para el rescate de Avenida Ezequiel Montes no contempla una ciclovía.
Al menos no como se establece en los esquemas internacionales con un carril exclusivo y mobiliario urbano que evita la circulación de vehículos motorizados en la zona.
El delegado explicó que el proyecto del Municipio ha sufrido cambios sustantivos desde la primera vez que fue presentado por la Secretaría de Movilidad.
“Este proyecto sufrió modificaciones desde la primera presentación. Digamos que en la primera versión se planteaban solamente dos carriles de circulación vial. Una ciclovía en el extremo derecho y una ampliación de banquetas”.
El delegado del INAH declaró que hay un acuerdo con el Municipio para que de inicio “no se instale como tal la infraestructura propia de la ciclovía”, ni separadores ni señalamientos específicos que delimiten una zona en especifico.
Añadió que sí se planteó la posibilidad de que tras una campaña de difusión de cultura vial sobre el uso de la bicicleta en convivencia con vehículos motorizados para que en el futuro se pueda implementar la ciclovía.
“Lo que sí se autorizó es que el piso del carril extremo derecho por donde en un futuro iría la ciclovía que pueda pulirse la cantera para que sea una superficie adecuada para las bicis, pero no hay una delimitación como ciclovía”.
Manuel Naredo explicó que luego de sostener decenas de encuentros con las autoridades municipales y los técnicos de la secciones de monumentos históricos y luego de la revisión por parte de la Coordinación Nacional de Monumentos del INAH, se determinó autorizar un proyecto en el que derivado de la irregularidad de la avenida en cuanto a su arrollo vehicular, se permitió que en las partes más amplias de la avenida se pudieran ampliar las banquetas después de delimitar los tres carriles de circulación y espacios de estacionamiento.
En cuanto a la preocupación externada por algunos residentes y comerciantes de la zona por las viejas redes de drenaje y agua potable, el delegado del INAH acotó que en el proyecto se establece con claridad que la tubería deberá ser reemplazada.
Aseveró que aún es temprano en el desarrollo de la obra para determinar si el Ayuntamiento se ha apegado a los parámetros autorizados.
“El Municipio está enterado que estaremos inspeccionando el desarrollo de la obra. Hemos asignado a un arqueólogo para el caso de que pudieran surgir durante los trabajos algún material histórico que nosotros tendríamos que registrar”.
Dijo que las zonas más susceptibles de arrojar vestigios se ubican en las inmediaciones del convento de Santa Rosa de Viterbo, “a un lado de lo que fue la Real Fábrica de Tabaco. Podría aparecer algo y si así fuera el caso, tendríamos que intervenir inmediatamente. Registrar y resolver lo conducente”.
FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ