TABLERO
- Plantea revisar estado mental del Presidente
- Debería extenderse a gobernadores y ediles
- Exigen las enfermeras equipo de protección
- Hace 10 años fue secuestrado “El Jefe” Diego
La locura.
Ha sido un tema recurrente, a través de los tiempos, la salud mental y el equilibrio de los mandatarios aquí y en China, bueno en China mejor no. Hablemos de la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini, al que por cierto su padre bautizó como Benito en honor del prócer mexicano Benito Juárez, para no ir tan lejos. Viene esto a propósito de la sorprendente iniciativa presentada por la diputada federal queretana Ana Paola López Birlain, en nombre de sus compañeras del PAN, para reformar el artículo 74 de la Constitución, con el fin de instaurar un mecanismo que le dé a la ciudadanía la posibilidad de conocer el estado mental del presidente de la República.
Argumentan “el impacto devastador que podría ocasionar el ejercicio del poder de un presidente con problemas de salud mental. Al ser la máxima figura de poder en el país y ser el encargado de tomar cientos de decisiones todos los días que repercuten en millones de ciudadanos, su capacidad e idoneidad para ejercer el puesto deben ser verificables”.
Refiere Ana Paola López las dudas que han surgido sobre la salud mental del Presidente López Obrador y las repetidas muestras de su incapacidad para gobernar.
En entrevista posterior, la queretana dijo que “podría parecer gracioso…pero hoy más que nunca, el estado de salud mental de los líderes y gobernantes, pero sobre todo el del presidente del la República, es un tema relevante y esencial para el correcto funcionamiento del país. Está en juego el bienestar de 127 millones de mexicanos y el de nuestras futuras generaciones”.
Mencionó varios países del mundo como Chile, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos (¿que me dicen de Trump?), Honduras, Indonesia, Kenya, Lituania, Nigeria, Panamá, Sudáfrica y Venezuela (¿qué con Chávez y Maduro?) en donde existen ya estos mecanismos de evaluación para la figura presidencial instaurados en sus constituciones, y le da al poder legislativo y la ciudadanía la posibilidad de destituir al presidente por incapacidad para desempeñar el cargo para el que fue electo.
Las diputadas federales, por conducto de López Birlain, presentaron la iniciativa en la Comisión Permanente para que sea facultad de la Cámara de Diputados solicitar un informe anual sobre la salud mental del Presidente de la República, el cual se tendrá que hacer público y será valorado por los diputados. Una vez aprobada esta iniciativa, podría instaurarse el mecanismo para someterlo a evaluación.
¿Y cómo no lo hicimos con Vicente Fox, el del ranchote que ahora dice no tener ni para comer frijoles? me pregunto.
Bueno, independientemente de que el partido de AMLO tiene mayoría en ambas cámaras y pueda anticiparse que no pasará tan sesuda propuesta atribuible al ocio y la vigilia provocada por la contingencia del Coronavirus, este columnista no solamente la apoya enfáticamente aunque no sea diputado (ni lo mande diosito) sino que sugiere sea ampliada a los ámbitos de los estados y los municipios, en donde el gobernador Francisco Domínguez y el alcalde de Colón, Alejandro Ochoa, bien podrían (aunque me temo sea demasiado tarde) someterse a esas pruebas para conocer su estado mental.
Y no quiero entrar en detalles que son del dominio público.
La política es así.
Y los políticos no son como uno
–BLANCAS Y NEGRAS-
De locos.
Hace más de 30 años fue relevado en San Luis Potosí un gobernador, se llamaba Florencio Salazar (1985-1987) que bajaba la cortina a las 3 PM porque dedicaba todas las tardes a jugar ¡Nintendo! La situación se puso tan grave que el gobierno federal decidió mandarlo a descansar. El entonces secretario de Gobernación ¡Manuel Bartlet Díaz! le procuró por teléfono para recomendarle su separación del cargo y no le quiso contestar. “Díganle que si quiere hablar conmigo ya sabe dónde queda San Luis” le mandó decir. Al día siguiente fue relevado por el jurisconsulto Leopoldino Ortiz Santos. El sistema es sabio.
Sé de otros casos más cercanos. De gobernadores a los que les quitan el celular en el turno vespertino y le encargan el estado a sus segundos, con la sabia consigna de que no lo pueden distraer. Por no hablar del mítico Rafael Camacho Guzmán (hoy tan revaluado) que, diiiicen, nalgueó a una azafata de Iberia y fue detenido en el aeropuerto de Barajas, en Madrid y de cuyo trance lo sacaron el secretario particular Enrique Burgos García y el entonces diplomático Hugo Gutiérrez Vega. Para no irnos a los tiempos de Saturnino Osornio que cerró el Colegio Civil y las Iglesias en Querétaro, pero esa es otra historia.
El poder, hasta poquito, puede volver locos a quienes no están preparados para tenerlo. Como aquél líder sindical de Tremec, representante de más de dos mil trabajadores, que decía hablar con extraterrestres y un día llegó a la agencia Ford, de la que era gerente de ventas el inolvidable Tomás García Camacho, y pidió que le vendieran seis o siete galaxies. Lo sustituyó Antonio Domínguez Sánchez que hasta llegó a diputado local, allá a fines de los 70 y quería ser líder estatal de la CTM.
De que los hay, los hay.
-JUGADA MAESTRA-
Genial.
Decía el escritor argentino Julio Cortázar: No cualquiera se vuelve loco, esas cosas hay que merecerlas.
¿A poco no?
-EL HISTORIETARIO-
La primicia.
Hace 10 años PLAZA DE ARMAS impactó en las redes sociales con la noticia del secuestro del ex candidato presidencial Diego Fernández de Cevallos, ocurrido la noche anterior en su rancho “La Cabaña” de Pedro Escobedo, Querétaro.
Medios nacionales e internacionales dieron el crédito a nuestro portal, de reciente creación.
Fue un sábado de locura.
Era el plagio más impactante en muchos años.
¡No puede ser! respondió nuestro amigo el periodista Joaquín López Dóriga, a través de quien fue enterado el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, que ese mediodía volaba a Madrid para participar en la feria turística y no podía suspender (sólo retrasar) el viaje, a pesar de la importancia del personaje, porque enviaría un pésimo mensaje, le dijo.
Acá, el gobernador José Calzada Rovirosa salía de un desayuno por el Día del Maestro cuando le avisaron de la información divulgada a través de nuestra web y canceló su asistencia al homenaje para los profesores de mayor antigüedad. Los reporteros se quedaron esperando su opinión en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, Ya no llegó.
Después de su secuestro de más de siete meses, del que se cumplen 10 años, Diego Fernández de Cevallos, contendiente por la presidencia frente a Luis Donaldo Colosio y su sustituto Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas, habló con este reportero.“Soy el mismo de siempre” dijo y aseguró haber sido libre aún durante el secuestro porque “solamente quedó atrapado mi cuerpo; estuvo sepultada una osamenta y lo que la reviste, pero el alma estuvo intocada, porque ésta sólo la puede secuestrar uno mismo”.
“El Jefe” como se le conoce desde sus tiempos de líder de la bancada del PAN en el Congreso, estaba arribando por esos días a la séptima década de su vida.
Enfundado en un traje oscuro, con camisa blanca y corbata Hermes color de rosa, nos recibió en sus oficinas de las Lomas de Chapultepec, junto a una bandera nacional.
La vida comienza a los 70, Diego…
-La vida comienza todos los días, como una oportunidad más y como una responsabilidad sin excusas.
Y la vida va, después de todo…
Y cada día es un día menos.
¿Cómo ves a tu país, Diego?
Veo a un México que trabaja, que tiene futuro, con inmensas oportunidades para superar en muy poco tiempo las grandes calamidades que ahora nos afligen y nos horrorizan. Veo un México de jóvenes, un México de mujeres y también un México que se desangra y se pierde en confrontaciones estériles. Con una pérdida de valores fundamentales que pone en riesgo su futuro. No cabe duda que la mayoría de los mexicanos estamos trabajando y sabemos que nos podemos entender; el problema está en la gran injusticia social que le niega oportunidades de desarrollo a millones de seres humanos, principalmente jóvenes –ahora llamados “ninis” porque no estudian ni trabajan- generándose un riesgo de mayor violencia y locura que la que hoy padecemos.
El tema de secuestro. No quisiera rascar, pero te pregunto si eres otro Diego después.
No hay herida que rascar. Soy el mismo de siempre, pero fortalecido en mis valores profundos, porque he llegado más intensamente a mi vida religiosa, he asumido un compromiso con todo lo social más fuerte y además he comprobado que el católico debe perdonar o dejar de ser católico y que todo secuestrado debe superar miedos y temores para ser verdaderamente libre, aún en cautiverio.
Eres hombre libre, de nuevo.
-Yo nunca dejé de ser libre en lo fundamental, solamente me limitaron en un pequeño espacio alguna movilidad.
Cuenta Diego Fernández de Cevallos haber estado sepultado en una especie de ataúd, de 70 centímetros de ancho y asaltado por hormigas negras. “Lo peor que me puede pasar se que me maten” pensaba.
Nada, sostiene, logró doblarlo.
“Tuvieron un león enjaulado”.
Al final de la larga conversación le obsequiamos un un ejemplar de la extra de El Periódico de Querétaro anunciando su regreso, el mero 20 de diciembre de 2010.
Diego vio con detenimiento la portada con él, caminando, elegante y desenfadado. “¡Qué foto tan humana!, gracias”.
Muéstremelo, le pide el reportero gráfico de PLAZA DE ARMAS.
El Jefe acepta de buena gana, se lo pone en el pecho y exclama:
“¡Como en el secuestro!”
Hace ya 10 años.
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Bipolaridad.
Las enfermeras “son la fuerza de Querétaro; son nuestro orgullo”: Francisco Domínguez en su mensaje por el Día Internacional de las Enfermeras, cuando éstas han tenido que ampararse para que se les proporcionen los equipos para protegerse del contagio del Coronavirus. Plaza de Armas, 13 de mayo de 2020.
¿Qué les digo?
-JUGADA FINAL-
Un toque de locura.
A las diputadas panistas que exigen exámenes psiquiátricos para el presidente de la República y no ven lo suyito, un locuaz y envirulado ¡JAQUE MATE!