VISIÓN POLÍTICA
La Industria del Narcotráfico es parte de un tema de años y años en México. Desde el pasado nos hemos enterado de sujetos que se hicieron millonarios a costa de la venta de droga, que, sin duda, es una de las actividades que nos preocupan más como sociedad dentro de la delincuencia organizada. Este tipo de acciones ilícitas traspasan las fronteras de un mundo que se encuentra dañado y lacerado por las sustancias tóxicas causantes del deterioro en los seres humanos. Lo más preocupante de esto, es que estos individuos han logrado adherirse a la esfera política y empresarial del país, trabajando de manera coludida con élites y gente de poder.
Con los liderazgos actuales, México y muchísimos países siguen siendo víctimas de cuantiosas ganancias económicas y corruptela, incidiendo en la salud de millones de personas.
Hace poco leí un pequeño fragmento de Omar Hurtado y Rosa Ma. García Paz titulado (El Narcotráfico en México como Problema Trasnacional) en donde se argumenta algo muy interesante: estas organizaciones trabajan de manera muy coordinada y sigilosa, con liderazgos y mandos muy bien definidos, operando por medio de células o grupos ordenadas por rangos de autoridad. Cuentan con una estructura muy precisa, controles territoriales, vehículos propios, sistemas de comunicación modernos y de alto nivel, casas de reuniones y una gran capacidad de financiamiento, operando de una manera muy cautelosa.
Una temática importante para añadir es el narcomenudeo o venta de droga a pequeña escala, en donde en realidad no existe un control por parte de las autoridades hacía allanadores o narcomenudistas que son los principales receptores y destinatarios de los narcóticos a jóvenes adolescentes y adultos.
Algo que resaltar en el tema es que según la ONU, al menos 35 millones de personas en el orbe padecen algún tipo de trastorno por uso de alguna droga, las cifras de personas fallecidas por el consumo de estas sustancias en el planeta se elevaron a 585 mil en 2017, frente a las 450 mil calculadas en 2015, un crecimiento de 30%, lo que muestra que las consecuencias adversas para la salud son más graves y generalizadas de lo que se pensaba.
Uno de los principales objetivos del Presidente Andrés Manuel López Obrador que no se ha cansado de repetir, es el combate a estos grupos delincuenciales y la erradicación de la corrupción e impunidad de raíz. Ha sido muy enfático en la creación de Campañas contra Drogas, así como fortalecer los valores morales y fortificar los lazos familiares de los mexicanos.
La creación de CARAS (Centros de Atención Rural para Adolescentes) sin duda será un espacio de prevención, promoción y esparcimiento para jóvenes que requieran de atención especializada para apoyarlos en sus problemáticas con las adicciones.
La Guerra Contra el Narcotráfico es prioridad para este Gobierno.