En un día como hoy, el 5 de mayo de 1989, asumió De Gasperín como titular de la Diócesis de Querétaro.Hoy es su administrador
SERGIO A. VENEGAS ALARCÓN
Con la misa de toma de posesión del obispo Mario de Gasperín, hace 31 años, comenzó a ponerse a tiempo el reloj de la historia de México, en opinión del ex gobernador Mariano Palacios Alcocer, que encabezó la reforma constitucional para reconocer a las iglesias y gestionó como embajador ante el Vaticano la visita del Papa Francisco en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
En un día como hoy, el 5 de mayo de 1989, asumió De Gasperín como titular de la Diócesis de Querétaro que, nuevamente dirige en su carácter de administrador diocesano, a la espera de que el Papa Francisco designe al sucesor de Faustino Armendáriz, ahora Arzobispo de Durango. Eran otro el marco constitucional y el ánimo político nacional aquél día de la misa celebrada en el Estadio Corregidora, que derivó en una demanda de juicio político presentada por el desaparecido Partido Popular Socialista en contra del entonces gobernador Palacios.
Este hecho sin precedentes -ocurrido en la Cuna de la Constitución y en el aniversario de la Batalla de Puebla- es considerado como la piedra de toque para la reforma constitucional que, años más tarde reconoció la personalidad de las instituciones denominadas iglesias y formalizó la relación, hasta entonces velada, de la católica y el gobierno mexicano.
A propósito de aquél acontecimiento el también ex embajador ante El Vaticano comentó en entrevista exclusiva con PLAZA DE ARMAS la designación de Mario de Gasperín por el Papa Juan Pablo II para sustituir a don Alfonso Toriz Cobian en 1989 y que “en aquella época el Ayuntamiento de Querétaro (presidido por Braulio Guerra Malo) autorizó que por una sola ocasión el Estadio Corregidora fuera habilitado como centro de culto, para la ceremonia litúrgica de la entronización”.
Ustedes saben, añadió, que “la ley y Constitución vigente en esos años tenía criterios bastante estrictos para la manifestación pública de los actos de expresión del credo religioso y para la celebración de actividades litúrgicas; yo recuerdo incluso haber sido denunciado en un juicio de naturaleza política ante el Congreso de la Unión, que fue por supuesto desechado”.
Posteriormente, en 1992, hubo reformas importantes en las que Mariano Palacios participó, a los artículos Tercero, Cuarto, Quinto, 27 y 130 y la expedición de la respectiva ley reglamentaria hasta hoy vigente, así como al artículo 24 que amplía el contenido de la libertad religiosa de consonancia con el artículo 18 de la declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, donde no solo se entiende la libertad de credo sino la libertad de expresión de las creencias, en público, en privado, de manera individual o de manera colectiva.
Al preguntársele al ex embajador ante la Santa Sede si esta reforma arrojó buenos resultados para las relaciones de México y cuál sería su saldo, respondió: Yo creo que es muy importante que el mundo jurídico se corresponda con los mejores valores del mundo de la realidad; en la medida en que existan leyes nugatorias del ejercicio de los derechos o de las potestades de conciencia y de libertad religiosa me parece que estamos en un mundo de ficción y de tensiones permanentes”.
Agregó que la reforma del ‘92 como la posterior nos permiten ubicarnos en un plano de normalidad en las relaciones de la Iglesia y del Estado y en un ámbito más amplio del ejercicio de los derechos fundamentales, la reforma más importante a la Constitución en mi opinión en los últimos años ha sido la del artículo Primero, que ensancha el contenido de los derechos fundamentales y en eso se inserta la nueva conceptualización constitucional de la libertad religiosa del artículo 24”.
Finalmente admitio Mariano Palacios que la misa de hace 31 años “Fue un detonante, pero el presidente Carlos Salinas de Gortari desde el discurso de toma de posesión, el primero de diciembre de 1988, propuso la revisión de las relaciones del Estado con las Iglesias, en plural. Las denominadas Asociaciones Religiosas, AR, registradas ante SEGOB son hoy muy numerosas. Salinas pagaba la presencia legitimadora del Episcopado Mexicano y del Nuncio Girolamo Priggione en su toma de posesión, a la vez que ponía a tiempo el reloj de la historia”.