ALHAJERO
Para destacar, aunque sea obvio: la figura de Marcelo Ebrard vuelve a ser central en momentos de crisis.
Su presencia y, sobre todo, la firmeza y claridad de su argumentación, otorgaron relevancia al anuncio de la Emergencia Sanitara por el COVID–19 decretada por el Consejo de Salubridad general.
Sus respuestas en la conferencia, rebasando incluso el tiempo que suele darse para éstas (de 19 a 20 horas), mostraron —ojalá aprendan sus compañeros— que hay momentos en que es más importante aclarar dudas y dejar bien sentado el mensaje que se requiere.
La importancia del momento no sólo lo ameritaba, lo requería. Eso y más.
Otro punto a notar: Aunque en esta ocasión el secretario de Salud abrió e intentó moderar los distintos anuncios que conllevaba “el mensaje” del lunes por la noche para tratar lo del coronavirus, lo cierto es que al doctor Jorge Alcocer no se le da la comunicación. Ni leyendo…
Por cierto, ¿qué quiso decir con aquello de que “hemos seguro adquirido inmunidad algunos de nosotros”? ¿Fue una broma?
El vocero, Hugo López-Gatell, se vio pequeño frente a Ebrard. Si bien el subsecretario tiene capacidad de comunicación y discursivamente maneja muy bien su materia —al menos se le entiende la mayor parte de lo que dice— le falta liderazgo.
Su credibilidad, además, se ha mermado por la actitud (sumisa y zalamera) que ha mostrado en distintos momentos frente y respecto del Presidente de la República. Pero aún es útil —a nivel de informes médicos técnicos—, y mucho, para estos momentos.
La presencia de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sin decir una sola palabra —sólo ahí sentada—, más que otorgarle un papel relevante frente a los acontecimientos, la minimizó. ‘El mando está en otro lado’, fue uno de tantos “mensajes” del “mensaje” de esa noche.
En cuanto a los acuerdos que se dieron a conocer (suspensión de actividades no esenciales; exhorto a cumplir el resguardo domiciliario, entre otras), distan mucho del borrador que circuló previamente.
Ya son más que públicas las diferencias de criterios que hay al interior del gabinete y del equipo cercano a Andrés Manuel López Obrador en torno a las medidas a aplicar frente a la pandemia que se nos viene encima.
La prioridad entre la salud y la economía está en disputa (como lo ha sido en distintos países, aunque bien dicen que la economía, tarde o temprano, resurge; pero un muerto ya no revive). El hecho es que las medidas más duras que se habían contemplado fueron descartadas. Por ahora.
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GEMAS: Obsequio de Felipe Calderón a López Obrador: “Le tomo la palabra, hagamos una tregua. No polaricemos ni desde la Presidencia (conservadores, etc), ni desde la oposición. Concentrémonos en atender la emergencia. Pongo a su disposición la experiencia adquirida con H1N1. Enfoquémonos en servir a México en esta hora tan difícil”.