EL JICOTE
El Informe tiene un gran acierto, pero algo quizás más importante, prende una luz, trémula y debilucha, al fin luz de esperanza: un cambio de actitud política del Presidente López Obrador. De no creerse. Diría el Pozolero, vayamos por partes. El Presidente dijo: “Aprovecho también este mensaje para exponer que, mediante decreto presidencial, se canceló la condonación de impuestos a grandes corporaciones empresariales y financieras. Tenemos que aplicar la ley por parejo. Ni huachicol arriba ni huachicol abajo. Este ofensivo privilegio de la condonación de los impuestos significaba que grandes empresas y bancos no pagaran impuestos, pues los altos funcionarios de Hacienda, con el visto bueno del Presidente, ejercían la facultad discrecional de condonar adeudos. Sólo en los dos últimos sexenios, 108 grandes contribuyentes se beneficiaron con condonaciones por 213 mil millones de pesos”. Esta condonación tiene un importante antecedente. En 2010, el entonces comisionado del IFAI Ángel Trinidad Zaldívar, ordenó, sí ordenó, que se hicieran públicos los nombres y los montos de las personas físicas y morales que fueron beneficiados por la cancelación de créditos fiscales, en ese entonces, por 74 mil millones de pesos. En ese momento el jefe del Servicio de Administración Tributaria, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, aseguró que sólo se estaban cancelando créditos menores, que no superaban los 200 mil pesos. Trinidad Zaldívar escribió: “Resultó que después de muchos jaloneos nos dieron información a cuentagotas y resultó que había muchos créditos que no eran de 50 o 100 mil pesos. Había varios miles de créditos que iban entre el millón y 5 millones, otros entre los 5 y 25, y otros entre los 25 y 50, y así, hasta que llegamos a la cereza del pastel, en la que encontramos 15 créditos cancelados de entre 100 y 500 millones de pesos“, Como resultado de esta exigencia, se metieron a la casa de Trinidad Zaldívar, curiosamente a robar computadoras, portafolios y papeles. Días después cuatro enmascarados chocaron su coche y esperaron a que bajara, lo que no hizo El resultado es que la Secretaría de Hacienda se negó a dar esa información. Incluso solicitó el apoyo, y se lo dio la Comisión Nacional de Derechos Humanos. En la Suprema Corte también fue rechazada la petición. Nuestro aplauso a este ejemplar funcionario. Con este decreto de condonación López Obrador hace, en los hechos un claro deslinde entre el poder político y el poder económico. Lo que no impidió que en el Informe cambiara el tono para dirigirse a los empresarios, incluso se le pasó la mano, mencionó en el Informe a más empresarios que héroes nacionales. Dejaron de ser lo que tanto les restregó: una “minoría rapaz”. Ahora, además de reconocer que son fundamentales para el crecimiento económico del país, los elogió por su cooperación y compromiso social. Noticia de ocho columnas, luz de esperanza: López Obrador es capaz de cambiar de opinión. Para echar tantos cohetes como el quince de septiembre.