CAMBIO DE RÉGIMEN
Quizás la primera lección para cualquier estudiante de las relaciones internacionales, es que el sistema internacional de Estados es anárquico. Esto, dado que no cuenta con un poder central ni instituciones que democráticamente decidan el curso del mundo. Por ende, la creación de organizaciones como las Naciones Unidas, así como el resto de los organismos multilaterales dedicados al establecimiento de ciertos parámetros que garantizan la buena relación entre Estados, fueron en su momento conceptos revolucionarios. Los grandes avances son fácilmente olvidados porque se convierten en cotidianidades, pero no debemos perderlos de vista.
Es por eso que apelar a los principios del derecho internacional y de lo establecido ante organismos válidos, creados para mitigar el desorden y promover la buena relación entre naciones. El 10 de agosto, el Senado de la República envió a la Presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en la Organización de los Estados Americanos (OEA), una carta enfatizando su preocupación con las políticas estadounidenses relativas a la población migrante y de origen mexicano.
En esta, insistimos sobre el incumplimiento estadounidense de sus responsabilidades como miembros del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, en particular sus obligaciones como garante de asilo y refugio para migrantes que lo requieran y soliciten. La carta exhorta a la CIDH a actuar dentro de sus facultades para promover y proteger los derechos humanos de las personas migrantes, en especial de las niñas y los niños, en la frontera sur de Estados Unidos.
Las herramientas internacionales existen para ser garantes de los derechos universales, utilizarlas implica depositar confianza en el sistema que les rige: uno de orden, de reglas, de objetividad y de diplomacia. Debemos continuar de operar dentro de todo el marco, nacional e internacional en defensa de los connacionales, pero debemos también, mantener nuestro compromiso ante los sistemas y organismos que buscan mitigar el caos e impulsar el orden.