EL JICOTE
Soy de los que aplaudió la decisión de López Obrador de ceder ante las demandas que nos imponía el gobierno prepotente y abusivo de los gringos, adhesión que tomaba en cuenta los efectos devastadores de la negativa. No obstante, creo que las últimas decisiones del Presidente ya van más allá de la alineación a las demandas de Trump y nos ponemos como la Martina: “Hincaditos de rodillas”.
En una decisión que no es muy clara, López Obrador dona, invierte, apoya o regala, treinta millones de dólares a El Salvador. Con esta acción se pretende mitigar la migración, pero bien pareciera también que lo que quiere ´López Obrador es compensar las draconianas medidas contra los migrantes, bajo una especial adaptación del principio de que el peca y reza, empata; militarizo la frontera, reprimo, pero les doy dinero para que ya no vengan.
Lo peor de todo es que este desembolso de dinero nacional, que también le haría mucha falta a los chiapanecos que tienen altos índices de desempleo y siguen padeciendo la crisis del café, no pareciera cumplir cabalmente con el propósito de detener la migración. No lo digo yo, en voz de un migrante salvadoreño en México: “He oído que va a venir el Presidente a firmar un convenio para que todos podamos trabajar. Ese no es el problema, son las pandillas de la delincuencia, eso es lo único que hay allá en El Salvador”. El Presidente se equivoca, no solamente se emigra exclusivamente por pobreza, sino también y fundamentalmente por seguridad.
El Presidente se vanaglorió que ya había “convencido” a Trump de la propuesta mexicana, es decir, lo importante es impulsar el desarrollo regional como la solución a la migración. ¿De dónde saca esta presunción el Presidente? Ahora somos nosotros los que tenemos otros datos. En 2016 Estados Unidos proporcionó a Guatemala 131 millones de dólares, en 2019 redujo la cantidad a 69 millones; a Honduras en 2016 le dio 98 millones, este año 65 millones; a El Salvador en 2016, se entregaron 67.9 millones, para 2019 están destinados 45 millones.
Para evaluar la poca importancia que le da Estados Unidos a Centroamérica el siguiente dato: el drón que recientemente tiraron los iraníes a los Estados Unidos, cuesta entre 130 a 235 millones de dólares, según lo equipado que haya estado. De risa lo que se quiere gastar para acabar de raíz la migración. Todo indica que por estrategia geográfica, por complacer a Trump o por compensación política, López Obrador está decidido a asumir el papel de candil de la calle y oscuridad de la casa, Los de casa se empiezan a indignar.