REFLEXIONES
Indudablemente que en los primeros 20 años del siglo XXI, ha quedado sumamente demostrado que son muchos y variados los problemas, retos y conflictos los que el ser humano deberá enfrentar.
Y está claro que algunos de nosotros elaboraremos una lista bien larga de las cuestiones que limitan e impiden el desarrollo y la sana convivencia, como lo son: el desempleo, la economía decadente, la pésima relación que existe entre países, y en consecuencia entre los humanos.
Hoy detengámonos y sin “satanizar” dejemos claro que el crimen organizado, pero sobre todo el creciente consumo de sustancias adictivas nos tienen convencidos que si no ocupamos nuestras capacidades para detener la ingesta de drogas no solo se detendrá la evolución positiva del ser, sino que además estaremos optando por un camino que no tiene salida y sí es segura la Autodestrucción.
Los medios se han ocupado de mantenernos informados cuando una “estrella” en el deporte o en la música muere o sufre por intoxicación, pero cuando es un ser común ni quién se dé cuenta.
Ninguna de las estadísticas son confiables, pues las respuestas son producto del temor y generalmente evasivas, pero la interrogante surge ¿Es necesario identificar lo que está circulando en las avenidas, en los parques y en todos los rumbos de la ciudades?
Somos pocos los que nos hemos dedicado a la investigación y a la tarea activa de investigar y aplicar los métodos necesarios para las diversas tareas que conlleva este propósito.
En ocasiones nos parece divertido el hecho de saber y enterarnos que cada día crece el número de consumidores, que a muy temprana edad lo hacen, y que hoy la mujer nos supera en varios de los renglones.
Identificar lo que está circulando en las avenidas, en los parques y en todos los rumbos de la ciudades?
Somos pocos los que nos hemos dedicado a la investigación y a la tarea activa de investigar y aplicar los métodos necesarios para las diversas tareas que conlleva este propósito.
En ocasiones nos parece divertido el hecho de saber y enterarnos que cada día crece el número de consumidores, que a muy temprana edad lo hacen, y que hoy la mujer nos supera en varios de los renglones.
Antes de concluir esta parte debo decir que prácticamente todos los programas de Gobierno han fracasado rotundamente y las instituciones privadas solo han logrado resultados por debajo del 2% según propia confesión.
Nuestra generación debe entregar su propia experiencia y compartirlo todo, por doloroso que pueda resultar.
En conclusión: O detenemos este problema y lo atendemos con lo necesario o bien nos tocara ver el final del más hermoso sueño del Hombre “VIVIR”
Es menester comentar que cuando nuestra Alma Mater se encontraba totalmente ubicada en el Centro de la Ciudad, y que los grupos de Bachillerato y algunas de las propuestas y alternativas para estudiar una profesión hacía que lo que ante fue el Colegio Civil ahora pareciera la mejor oportunidad para llegar a ejercer una profesión.
Es verdad y doy testimonio algunos estudiantes consumían bebidas embriagantes, pero en las reuniones en las que se llegaba a escuchar que ya había quienes consumían otras sustancias adictivas, invariablemente nos sorprendíamos y no resultaba sencillo que pudiésemos pensar que el futuro en ese sentido, estaba demasiado cerca. Pues al final del siglo, quienes éramos estudiantes, ahora fuimos testigos de cómo la gran variedad de sustancias adictivas hacían presa a los jóvenes y estas tarde o temprano destruían sueños e ilusiones.
¿Cómo ves, mi estimado amigo Guillermo? ¿Aceptas?