En Querétaro padecemos robos y secuestros, a pesar de que, aunque se pretende ocultar, aquí radican familias de narcotraficantes con un pacto previo de no hacerlo campo de enfrentamiento, declaró el doctor Mariano Amaya Serrano, fundador del Colegio de Abogados Litigantes de Querétaro, además del escuelas, postgrados, maestrías y el sindicato de académicos de la UAQ.
Entrevistado por PLAZA DE ARMAS y el blog Diálogo Queretano a través de Radio Once, el autor de medio centenar de libros de filosofía, sociología, antropología y psicología, destacó los valores esenciales de la queretanidad, ligados a la religiosidad, de la que formó parte como capellán de La Merced, en donde promovió las primeras misas a-go-go.
Sin vueltas, el maestro emérito con más de 36 mil alumnos en 50 años de docencia, señaló que nuestra entidad padece los mismos pesares del resto del país, no es excepción y la vox populi reconoce la presencia de familiares de capos en Milenio, El Campanario, El Campestre y Jurica.
Este hecho no es desconocido para las personas que manejan la información, a pesar de que no haya habido secuestros muy notorios, de rescates multimillonarios como hubo en otra época, sentenció.
Interrogado por Ana María Arias, Regúlo Cortés Lázaro y este reportero, Mariano Amaya habló de diferentes temas relacionados con la queretanidad o queretaneidad, lamentando los contrastes, pues en algunos sectores aún viven en la edad de piedra.
-Aquí en las comunidades periféricas y en ciudades, ilustró, hay personas que defecan directamente sobre el terreno, utilizan instrumentos de transformación de los alimentos como el metate, el molcajete, el pequeño huerto, etc. porque no tiene acceso al predio mayor, ni siquiera como el siervo de la edad media que cultivaba su terreno, de ahí sacaba su sustento y cultivaba el del señor.
SOCIEDAD TRADICIONAL
Sobre el ADN queretano, dijo “pertenecemos a una sociedad tradicional, pero no fanática, libre en el ejercicio de sus individuos y respetuosa de valores y tradiciones culturales. Entendiendo por libertad la capacidad de elegir entre diferentes opciones que se presentan tanto en la vida diaria como en la historicidad de nuestra presencia en el universo. Queretano y queretaneidad, en su opinión, son también una forma de vida distinguida en las distintas entidades que componen esta gran nación mexicana”.
Comentó que en diferentes foros en donde ha convivido se hacían tópicos de quién era más queretano, más poblano, más simbólico, representativo de, por ejemplo, Puebla, Michoacán pero sobre todo su capital Morelia, Zamora, etc. y había una graduación en cuanto a la adhesión y práctica de la religión católica.
“Decían que los más apegados y tradicionales a ello eran los de Zamora. Le seguían los poblanos. No ausentes estaban los de Jalisco, representados por Guadalajara y los queretanos. Entonces, entre el clero del que yo fui parte en algún tiempo, tanto practicante como miembro de él, decían que los más rígidos, símbolo y práctica de la catolicidad, eran los zamoranos; ellos eran santos. Los de Puebla y Jalisco eran sabios. Y los queretanos, ¡sabios y santos! Y de ellos salían actitudes de orgullo para los miembros de los distintos estratos sociales, en relación con la religión”.
Fue entonces que, quizá por primera vez, habló de su etapa clerical y su salida del sacerdocio activo. “Como de mi se ha dicho mucho, tanto por los tradicionalistas como por los más practicantes de las libertades, yo diría que para mi el valor más importante de la presencia del ser humano en el mundo es la práctica de la libertad, la convicción de la libertad en el sentido de que es el valor, incluso respetado por la Divinidad. Jamás la Divinidad nos ha impuesto una exclusiva forma de comportamiento. Para ello nos ha dado la razón. Y la razón, siguiendo la búsqueda de la verdad personal, nos da precisamente la capacidad de la libertad”.
LOS NEO QUERETANOS
Reflexionó Amaya que este binomio verdad-libertad debe ser la guía de todo ser humano en la práctica de su ejercicio. “Por lo mismo, yo insto a los queretanos: que sigan siendo queretanos, pero con libertad de elegir, de acuerdo con su libre albedrío el ejercicio mejor conducido de su verdad después de una afanosa búsqueda. Esa sería para mi una manera de ser libre, sin dejar de ser queretano, pero en los últimos años la explosión demográfica por un lado y la presencia de nuevos hermanos, ciudadanos que están conviviendo con nosotros, esta primitiva fórmula de queretaneidad se ha enriquecido notablemente con la participación también de personas muy valiosas que han venido a compartir con nosotros esta aventura de queretaneidad. La mayor parte no dejan de apreciar lo que nosotros les estamos participando y lo que ven de valioso. Y a nuestra correspondiente respuesta, también de ellos recibimos valores y apreciamos su aportación. Bienvenidos también los no queretanos por nacimiento, pero queretanos por adopción o también por orgullo, que algunos valores habrán encontrado en nosotros”.
Mariano Amaya Serrano habló también de la juventud actual, de la adicción a los celulares, que considera un desastre, de los enlaces entre personas del mismo sexo y otros temas, incluido el de las llamadas misas a go go que inauguró como capellán de La Merced y su retiro del sacerdocio, junto con decenas de curas, en tiempo del obispo Alfonso Toriz Cobián.
CONTINUARÁ…
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN