ALHAJERO
La reunión de Claudia con ex presidentes del PRI
El sábado 23 de febrero, la presidenta del PRI, Claudia Ruiz Massieu, y el secretario general Arturo Zamora se reunieron con varios ex dirigentes del partido.
Fue una comida en las oficinas de José Antonio González Fernández (exlíder también) y a ésta asistieron otros nueve de sus compañeros: René Juárez, Beatriz Paredes, Pedro Joaquín Coldwell, Dulce María Sauri, Jorge de la Vega Domínguez, Cristina Díaz, Adolfo Lugo Verduzco e Ignacio Pichardo Pagaza.
Todos los demás fueron invitados, pero no acudieron. Se disculparon. Léase: Manlio Fabio Beltrones, Enrique Ochoa, César Camacho, Roberto Madrazo, Mariano Palacios Alcocer, Fernando Ortiz Arana, Santiago Oñate.
El encuentro transcurrió con buen ánimo, gracias a que en el Senado la oposición se había anotado un triunfo con la Guardia Nacional. Eso abrió una lucecita a los abatidos priistas y puso de buen humor a los comensales.
El tema principal fue lo que se espera para mañana miércoles en su sesión de Consejo Político Nacional.
Lo primero que les dijo Claudia -y se los subrayó- es que en esa sesión no saldrá la convocatoria para la elección de la nueva dirigencia del partido que habrá de llevar las riendas del PRI del 2019 al 2023.
Así que mejor nadie vaya esperando algo así, pues no va a sacar un conejo de la chistera.
Su idea más bien es esperar a mayo para sacar la convocatoria, y después de las elecciones iniciar las campañas internas entre los aspirantes.
Lo segundo fue informarles que pedirán al INE que se haga cargo de la elección interna. Y tercero, dejarles claro que ella y Zamora concluirían su labor el 19 de agosto y no tienen interés en permanecer más tiempo. No van a competir. Su tarea será “cuidar el proceso” y la “unidad del partido”, aseguraron. De lo que más se habló en esa mesa fue de la manera que se tendría que llevar el proceso de elección. Dos características consideraron indispensables para ese proceso: que tenga “legitimidad” y se mantenga la “unidad” del priismo. El método, apuntaron, habría de definirse en el camino, más adelante. Desde su punto de vista, la consulta a la base –como proponen varios de los aspirantes que han levantado la mano- no asegura la “legitimidad”. Ejemplo de ello, recordaron, fue la elección de 2002 en la que compitieron Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo vs. Beatriz Paredes y Javier Guerrero. Así que no descartan la posibilidad de que la elección de la nueva dirigencia se realice por cualquiera de los otros métodos que contemplan los reglamentos del PRI. Sea por asamblea o por Consejo Político. Hay algo más que subrayaron los expresidentes y vale la pena anotar: dicen que todos los aspirantes deberán acatar las reglas que se marquen para el proceso. Por ejemplo, si se dice que deben ser sólo tres los que participen en el proceso de selección y no cinco o siete, o a saber cuántos, así habrá de ser. Ya podrán calcular lo que esto significa entre líneas…
GEMAS: Tal cual, quieren revivir al Partido Encuentro Social.
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