Como un fracaso, un distractor y espejismo calificó el escritor italiano Fabrizio Lorusso la guerra de los gobiernos anteriores contra el narcotráfico y dijo tener un optimismo moderado frente a la nueva estrategia planteada por Andrés Manuel López Obrador.
Al autor de los libros México invisible, Santa Muerte y Narcoguerra, no le convencen los términos planteados para crear la Guardia Nacional pero aprueba el enfoque social de incorporar a los jóvenes al trabajo y al estudio.
Colaborador del diario italiano Manifiesto, de la revista Espresso y de La Jornada en México, el también académico de la Ibero de León, habló a PLAZA DE ARMAS, luego de su participación en la Primera Feria Internacional del Libro Querétaro 2019, celebrada en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
ESCALADA DE VIOLENCIA
Afirmó que desde el libro México Invisible y otros anteriores, Santa Muerte y Narco Guerra, en italiano, su idea es que hubo una escalada de violencia y una crisis grave de derechos humanos, y que es un fenómeno complejo. “Es decir, no se puede explicar de manera lineal y solo con pocos factores, pero dentro de estos hay muchos casos de la vida, casos denunciados, movimientos sociales, conflictos y violencias, a partir del emblemático Ayotzinapa, pero también hablo del News Divine, esa matazón en el antro, y otros que nos indican los factores generadores de la violencia, más allá de la pobreza y la desigualdad. La militarización de la seguridad pública es un tema que ha sido muy debatido. Y estamos hablando de la verdad y la falsedad de la llamada guerra contra el narco”.
Esta es la entrevista.
REFORMAS, EL FONDO
PDA: ¿Es cierta o no? ¿Usted qué piensa?
LORUSSO: Tenemos evidencias hoy en día, mucho más que hace tres años y que hace 10 de que buena parte de la estrategia contra el narco tenía que ver con otros factores y otros asuntos. Por ejemplo, el acaparamiento con recursos naturales, de rentas económicos sobre territorios y no solo por el trasiego o consumo de drogas, que es un producto como muchos en un mercado cada vez más global. Se han creado, en el discurso, organizaciones criminales todopoderosas para que el estado justifique una política de lucha frontal, militarizada, que esconde realmente otras cosas, como defender ciertas reformas estructurales, como la energética.
PDA: ¿O sea, es un distractor?
LORUSSO: Sí, es un distractor. No es que no exista el tráfico de drogas, pero México en 2006-2007 no tenía una emergencia de violencia como la que vivimos. De hecho fue el año 2007 el más pacífico.
LA COLUSIÓN OFICIAL
PDA: ¿O sea que el gobierno lo propició?
LORUSSO: Lo amplificó. No digo que sólo lo provocó, pero eligió una estrategia equivocada para combatir un fenómeno que sin duda existía. Es decir las organizaciones delictivas existen, pero se ha hecho creer que sean cárteles o sea bloques unitarios, casi casi ejércitos todopoderosos y que solo se trata del tráfico de drogas, cuando la delincuencia está muy diversificada y tiene que ver desde adentro con aparatos del estado. También hemos asistido a la paramilitarización de grupos criminales mezclados con grupos de la seguridad, policías, los bélicos de iguala, los Zetas, los de Jalisco Nueva Generación, producidos por los mismos aparatos de seguridad del estado o por negligencia y colusión de la clase política a diferentes niveles, locales o más altos.
PDA: ¿Cómo fue que Ud se intereso en estos temas del país?
LORUSSO: Yo creo que todos los que vivimos aquí tenemos que interesarnos y profundizar más en los temas. Entonces se ha dado con la vivencia cotidiana y paralelamente por interés académico, pues soy académico de la Ibero de León, Guanajuato, en temas de derechos humanos. Cuando tu escuchas a las mismas víctimas contarte esas historias, te convences de que algo falta en el discurso oficial, que se está escondiendo. Estás con las bases de la sociedad que vive esta realidad, movimientos sociales que son reprimidos con la oposición a megaproyectos y los escuchas y te das cuenta de qué conexiones hay realmente y que la lucha contra el narco ha sido en gran parte un espejismo para recuperar control, para otros intereses económicos, para la repartición de rentas.
EL PLAN AMLO
PDA: ¿Qué opina del cambio de estrategia planteado por López Obrador?
LORUSSO: Me gusta la estrategia integral que tiene que ver con el enfoque de derechos humanos y desarrollo. Los dos van de la mano con la repartición más justa de la riqueza. La justicia social debería abonar a menor violencia y más desarrollo para la población y entonces paliar los otros problemas. La parte que no me gusta totalmente es la Guardia Nacional por cómo está planteada en el dictamen actual, porque todavía prevé muchos elementos de militarización, fuero, parte del mando, componentes integrantes, etc. que se ha visto no han funcionado y ha generado esta violencia que vivimos y más violaciones a derechos humanos.
BECARIOS SÍ
PDA: Dice López Obrador que becarios sí, sicarios no.
LORUSSO: Ese era un slogan en campaña. Su realización tiene un sentido, mejorar el estado social o de bienestar como se ha hecho en Europa en cierta época, de ampliar ese piso de seguridad social de manera universal. En general está demostrado que mejora la situación de la violencia y la delincuencia. Entonces, en principio, un programa social que puede estimular la incorporación al trabajo y al estudio, es positivo. No creo que es la varita mágica que por sí sola pueda resolver. Creo que puede abonar en esa dirección, pero gracias a un conjunto de otras políticas que estamos por ver cómo se van a implementar, si habrá la posibilidad de concretarlas.
SER OPTIMISTAS
PDA: ¿Cree Ud que México tiene remedio?
LORUSSO: Creo que hay que tratar de ser optimistas, que es muy complicado desmantelar en poco tiempo ciertas estructuras que no solo vienen de los últimos 30 años como se ha dicho, sino que yo digo que vienen desde mucho antes del siglo XX e incluso de la estructura colonial. En términos de desarrollo económico, de repartición de la riqueza, de creación de seguridad humana que es el otro concepto además de la seguridad ciudadana y eso pasa por instituciones confiables, por la desmilitarización de la sociedad y la seguridad pública. Y por programas de desarrollo que sean cada vez más universales, incluyentes. Quiero ser optimista y pensar que puede tener remedio, aunque todavía a la fecha se ve difícil.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN