ALHAJERO
Indignados con el equipo de Ebrard
Durante esta etapa de transición, en el Servicio Exterior Mexicano (SEM), sí que han estado viviendo momentos de tensión…, y de indignación.
Todo comenzó con la instrucción del Presidente electo de reducir 30 por ciento todas las secretarías y con el bajón de sueldos que se decretó a raja tabla para todos los servidores públicos, sin tomar en cuenta que, en el caso del SEM, viven en otro país y que sus gastos y circunstancias son distintos.
De distintas maneras –las más por las redes sociales- algunos de ellos mostraron su preocupación por estas medidas, incluido el propio embajador Héctor Vasconcelos, que originalmente iba a encabezar la Secretaría de Relaciones Exteriores en el gobierno entrante de Andrés Manuel López Obrador.
Bajo ese marco es que hace unos días hubo una de tantas reuniones del personal diplomático con uno de los equipos de transición de Ebrard (son varios, por temas).
Por un lado, figuraba el embajador Ulises Canchola Jiménez, presidente de la Comisión de Personal del Servicio Exterior Mexicano.
Por el otro, del lado del próximo canciller, encabezaba Fabián Medina Hernández, enlace de los equipos de transición.
Según la versión de miembros del SEM –contraria a la esparcida por la gente de Marcelo Ebrard-, la reunión comenzó en un tono “prepotente” y “agresivo” por parte del ex vocero de Ebrard en el Gobierno del Distrito Federal y de Daniel Cabeza de Vaca en la Procuraduría General de la República.
“Les manda saludos el Presidente electo y el canciller…”, iniciaría diciendo Fabián.
E inmediatamente después, sin mediar palabra de por medio, advertiría a los miembros del Servicio Exterior Mexicano:
“Aquí nadie venga a decir que hay que proteger a la ‘casta dorada’ cuando tenemos 53 millones de pobres…”
El embajador Canchola y sus compañeros se quedaron estupefactos.
Pero aún les faltaba más por escuchar. Medina los conminó “en tono amenazante” a no sacar más artículos de prensa, ni tuits, ni facebukazos, porque llevaban las de perder.
Ése fue el inicio del encuentro y fueron ellos, los del equipo de transición –Fabián Medina, particularmente-, quienes se presentaron con agresividad y prepotencia, sostienen los diplomáticos.
Decir lo contrario –señalan-, ¡es indignante!
Es más, los del SEM llevaban bajo el brazo una serie de propuestas para encontrar una salida decorosa a la situación. Lo que al final, después del trago amargo, fue lo que se abordó.
Respecto del salario, el acuerdo fue que acatarían el salario por debajo de los 108 mil pesos del presidente de la República, pero habrá un “ajuste” por lugar de destino, de acuerdo con la tabla de Naciones Unidas.
Y para evitar el recorte del 30 por ciento, la propuesta del equipo de transición fue que la Secretaría de Relaciones Exteriores haga el trabajo de ProMéxico.
Sólo que esta idea adolece de operatividad, pues sólo evita que le quiten dinero a la SRE, pero no cubre las carencias que dejará ProMéxico.
¿Quién va a financiar la participación en las ferias?, por ejemplo, y sobre todo, ¿quién se va a ocupar de financiar el “aterrizaje suave” de las inversiones extranjeras en el país, que eran lo principal de ProMéxico?
Entre tanto, media docena de embajadores (eminentes, entre ellos) prefirieron optar por la jubilación adelantada.
Ebrard no les dio certezas a tiempo. Los diplomáticos mexicanos esperaban más solidaridad de su parte.
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GEMAS: Obsequio de Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores: “Esos cerca de mil 300 mujeres y hombres de carrera, que no tienen un partido político, que son funcionarios de Estado, son los verdaderos protagonistas de la política exterior.”