TERTULIA
De un poco de todo
De un poco de todo platicamos con el primer actor, el Mtro. Ignacio López Tarso, durante su más reciente visita a la Ciudad de Querétaro, para presentar la obra “Aeroplanos”. El primer actor a sus 93 años de edad, continua trabajando, creando, activo, profesional, simpático y repleto de experiencias, anécdotas, y recuerdos que compartió en una divertida platica, donde hablo de Paco, del teatro queretano, de su film Tarahumara y del reconocido fotógrafo queretano Rosalío Solano. Una interesante plática con uno de los iconos más importantes del cine, televisión y teatro mexicanos.
PACO
Paco, es un hombre de aproximadamente 80 años que comparte su experiencia, pensar, recuerdos y deseos por vivir con su amigo de infancia. Interpretado por López Tarso en la puesta en escena Aeroplanos. Sobre en que se identifica con este hombre que se encuentra en el ocaso de su vida, López Tarso aseguro que esta obra, es una es una gran parte de su vida. “A Paco es muy fácil de entenderlo. El ponerme dentro de este personaje, en sus zapatos, la ropa y sobre todo mental y emotivamente en el personaje, es fácil. Porque lo conozco perfectamente bien. No por la obra, si no por mi vida personal. Cuando me ofrecieron hacer Aeroplanos, la hice con Sergio Corona; con Manuel “El Loco” Valdés, con Aron Hernán y ahora con Manuel Ojeda, que es un estupendo actor, de gran trayectoria, muy conocido, muy respetado por el público y un estupendo compañero. Estoy muy cómodo, contento, a gusto y disfruto mucho haciendo Aeroplanos con Manuel Ojeda.
Aeroplanos, son dos amigos de toda la vida; lo que les pasa en la vida, en la crisis. Es muy fácil de entenderlo. Todos tenemos a alguien en su mayoría de edad y conocemos a muchas personas que tienen ese problema. No es nada complicado estar dentro de Paco”.
LAS OPORTUNIDADES
Sobre las limitadas oportunidades a los nuevos actores para realizar papeles de trascendencia, el Mtro. Comentó que influye desde el inicio de la trayectoria del actor. “Yo desde que me inicie tuve siempre mucho trabajo. Desde que era estudiante de la escuela de teatro en Bellas Artes ya me llovían las proposiciones de trabajo y así ha sido toda mi vida, por fortuna. Yo no he tenido nunca, por fortuna que me quede sin trabajo, ni con el problema económico y sobre todo en el problema personal. El teatro es un verdadero alimento para quien vive de esto como yo. Si me faltará el teatro me moría seguramente. He tenido mucha suerte en esto. Eso depende la buena suerte, pero también depende mucho de que tu trabajo guste y de que te poye el público y de que los empresarios se interesen por ti, que te busquen y te ofrezcan buenos proyectos como me ha sucedido a mí”.
TEATRO QUERETANO
Afirmo que le gusta mucho Querétaro “Porque además de todo lo bello que tiene la ciudad, Querétaro tiene la ventaja de una gran actividad teatral, que yo lo pongo siempre como ejemplo cuando hablo de la vida teatral propia de cada ciudad que es muy importante mantenerla. Y Querétaro tiene grupos que han vivido por si mismos desde hace mucho tiempo para el público, son de Querétaro, con actores de Querétaro, para el público de Querétaro y eso le da una vida magnifica al teatro. Ojala que todas las ciudades tuvieran lo mismo, que tiene Querétaro aquí”. Así mismo recordó y reconoció a Los Cómicos de la Legua, “Que se han hecho profesionales, que han vivido del teatro y han trabajado para el público de Querétaro”.
ROSALIO SOLANO
Si bien el Mtro. López Tarso realizo más trabajos con el fotógrafo Gabriel Figueroa, en más de una ocasión fue plasmado por el lente del Mtro. Rosalío Solano, oriundo de San Sebastián de Bernal y orgullo de nuestro estado. En los films como Cri Cri, el Grillito Cantor en 1963 y Tarahumara en 1965. A quien recuerda como buena persona y muy profesional “Hice pocas películas con él, pero sí lo recuerdo, muy buena persona, muy profesional, conocedor de su oficio, de su trabajo y lo recuerdo en Tarahumara porque fue una película que disfrutamos y que sufrimos porque nos tocó el invierno en la Tarahumara nevada”.
TARAHUMARA
El Mtro. López Tarso se sumergió en los recuerdos de Tarahumara grabada en 1965, recordó los paisajes nevados, el clima invernal y el aislamiento que sufrieron durante la filmación. “No abastecía el ejército por medio de aviones y carreteras estrechas, donde solo pasaban camiones 4 x 4 que tenía el ejército. El avión no podía aterrizar porque la pista era muy chiquita. La primera vez que llegue al campamento a la filmación, pregunte donde íbamos aterrizar y el piloto me dijo: Allá, allá mire me voy a empinar. Y ahí vamos entre árboles, era peligrosísimo y para salir, el avión se iba hasta la orilla de un desfiladero y en lugar de subir, bajaba y tomaba fuerzas y entonces ya subía. Era una maniobra de llegada y salida impresionante. Ese invierno nos quedamos aislados. El avión no aterrizaba, nos mandaban por paracaídas alimentos y medicinas y lo que necesitáramos. Fue muy interesante y bueno mi personaje. Tarahumara es la historia de un grupo de Rarámuris, que es gente maravillosa, estupenda y padecen mucho. La historia cuenta sobre los chabochis (mestizos) que son los que más prejuicio les hacen a los auténticos Tarahumaras, porque en las noches mueven los linderos, la línea de decisión de los terrenos y les van quitando sus terrenos. Yo vi a un Ingeniero que iba a investigar eso, pero ya no se en que termino eso, porque me matan, me venadean, por ahí me cazan un día y me matan. Estuve mucho tiempo viviendo allá, conocí todos los alrededores, las barrancas famosas que llevan a un lugar que se llama El divisadero, donde se detienen porque es un espectáculo maravilloso. Ahí fui muchas veces a gozar el espectáculo de ese lugar. El campamento donde filmamos la película, estaba casi a la orilla de un desfiladero con más de 2 km. De profundidad, arriba estaba nevado y abajo vivían los Rarámuris con sus familia, su ganado y todo, y bajaban por veredas para pasar el invierno, abajo era verano con otro clima. Arriba hay nieve, mucho frio, bajo cero y abajo puedes andar como ellos, desnudo ahí en el rio que tiene agua tibia en el invierno. Es un milagro formidable, bellísimo. Es mucho más impresionante que el Gran Cañón del Colorado, que atrae a gente de todas partes del mundo”. Para concluir aseguro que hay poca y mal aprovechada la publicidad para atraer a miles de turistas a la zona Tarahumara y que en cambio visitan el Gran Cañón, considerándolo algo lamentable para nuestro turismo.
Y es así como concluyo una larga, divertida e interesante plática con el primer actor Ignacio López Tarso, quien prometió volver a nuestra Ciudad.