COLUMNA PLAZA DE ARMAS
PRI, el tsunami y la tormenta perfecta
Lo bonito de esto es que se va a poner peor: Sabino
- ¿Coordinadores y legisladores a la vez?
- Ausente Arreguín en audiencia de IEEQ
- Marcos Aguilar entregará informe el 31
- “La Chona” el reto que se puso de moda
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS RAMÍREZ
El castigo.
Más de 200 mil votos perdió el PRI queretano de 2012 a 2018, con un padrón más abultado y una sociedad dispuesta a cobrarle a los partidos políticos sus errores.
En números redondos, en la anterior elección presidencial de el Revolucionario Institucional obtuvo 330 mil votos sufragios contra 117 mil del pasado 1 de julio.
Antes, en 2009, desde la oposición, el tricolor ganó la gubernatura con 323 mil votos pero en 2015 volvió a perderla, con apenas 269 mil. Esa derrota, sin embargo, es para nada comparable con la última y sus 117 mil.
Hace seis años, el PRI gobernaba el estado y 13 de los 18 municipios. Hoy solamente tendrá tres ayuntamientos y de ser primera fuerza pasó a ser tercera. Igual que en 1997, cuando perdió por primera vez la gubernatura, se dirá que la derrota es multicausal y sí.
Los priistas no cometieron los mismos errores. Ahora tuvieron nuevos, incluido el de los dirigentes y candidatos ciudadanos.
Meade –funcionario ejemplar- era una gran carta, pero fue demasiado asociarlo a un jerarca anodino como Ochoa y un coordinador novato como Nuño.
Era un PRI Montessori.
El esquema, para colmo, se repitió en muchos estados, con comités secuestrados por intereses locales, dirigentes que ya habían probado su capacidad para perder y algunos candidatos novatos.
La tormenta perfecta.
En política nada es casual. Al PRI, tras entregar –literalmente- el gobierno hace tres años, no le alcanzaron las fuerzas para enfrentar el tsunami, mientras el PAN pudo retener la capital, aunque con 60 mil votos menos de los del 2015, dilapidados por la nefasta gestión del todavía alcalde Marcos Aguilar.
Roto el bipartidismo, el PRI-AN como le dicen y con Morena como segunda fuerza en la entidad, el Revolucionario Institucional necesita reinventarse para resurgir de sus cenizas humeantes.
¿Con quién? Esta es la cuestión, porque Juan José Ruiz ostenta un mandato hasta el 2021 y ya dijo que se queda, les guste o no. Y, por favor, no duden de su capacidad, porque, como dice Joaquín Sabina, “ya vendrán tiempos peores”.
Nomás ténganle confianza.
Así de fácil.
Así de difícil.
-OÍDO EN EL 1810-
En análisis.
Que se ha abierto una discusión interna en el equipo jurídico de Andrés Manuel López Obrador respecto de si sus super coordinadores estatales pueden ser, simultáneamente. legisladores.
¡Órale!
-¡PREEEPAREN!-
Arreglín.
Ayer se desahogaron audiencias de alegatos en el Tribunal Electoral del Estado para atender las impugnaciones de diversos partidos a las elecciones municipales de Amealco y Ezequiel Montes.
Por el PAN acudieron Juan Carlos Álvarez Montaño, Calixto de Santiago Silva y Lucio Miguel Marcelo, en el primer caso.
En el segundo, Néstor Bautista Marín, Jorge Cruz Altamirano y Fernanda Pradillo Rivera, de Morena, PT y PES para defendert los resultados.
Lo curioso es que el representante del PRI, Juan Carlos Arreguín Baltazar, “quien había agendado una audiencia plenaria de alegatos” ¡no asistió!
Ya lo pasado, pasado.
-¡AAAPUNTEN!-
Todavía no.
Marcos Aguilar está que se va y que se va, pero no se ha ido. No coman ansias; espérense tantito. Todavía entregará su informe, sin bombos ni platillos, el 31 de julio y luego se marchará.
Ya lo extrañamos.
-¡FUEGO!-
La Chona.
Nada recomendable ese peligrosísimo reto de moda, en donde el conductor o conductora del vehículo se baja y comienza a bailar con el autómovil en movimiento, videograbación y todo, aunque me cuentan que es más peligroso todavía bajarse de un Qrobús en cualquier avenida de la ciudad.
¡Porca miseria!