ZÓCALO
Castigo a los venales
La celebración por el triunfo de Andrés Manuel Lopez Obrador no ha terminado y a ella se han sumado, a su manera, quienes hasta hace poco lo combatían: las grandes corporaciones. Gerardo Moyano presenta un balance de la jornada del 1 de julio en la nueva edición del bisemanario Espacio 4.
“La indignación pudo más que el miedo. Pese a que nueve de cada 10 mexicanos desconfían de los partidos y un 50% no cree en la democracia, alrededor de 55 millones de ciudadanos (63% del padrón electoral) acudieron a las urnas el pasado 1 de julio. De ese total, más de la mitad (un 53% según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral) apostó por un nuevo cambio y votó por el candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien superó por dos a uno a sus rivales más cercanos. Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente (PAN-PRD-MC) obtuvo el 22%, seguido de José Antonio Meade, de Todos por México (PRI-PVEM-Panal), con cerca del 16% de los votos. El independiente Jaime ‘El Bronco’ Rodríguez habría conseguido apenas un 5%.
“Fue así como los electores le cobraron al PAN y al PRI el fracaso de tres sexenios marcados por la violencia, la corrupción y la impunidad, las cuales se exacerbaron durante el mandato del priista Enrique Peña Nieto, el presidente más impopular en la historia del país. Esto lo sabe López Obrador, quien en su primer mensaje como presidente virtual dijo que ‘erradicar la corrupción y la impunidad será la misión principal del nuevo gobierno’. Si bien llamó a la reconciliación, en este tema AMLO advirtió: ‘Sobre aviso, no hay engaño. Sea quien sea será castigado. Incluyo a compañeros de lucha, a funcionarios, a los amigos y a los familiares. Un buen juez por la casa empieza’.
“El tabasqueño también intentó aplacar miedos: ‘No apostamos a construir una dictadura, abierta ni encubierta. Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido. Habrá libertad empresarial, libertad de expresión (…) No actuaremos de manera arbitraria, ni habrá confiscación o expropiación de bienes’.
“Se trató de un proceso histórico por el alto número de cargos renovados (más de 18, mil), nueve gubernaturas, la reelección de alcaldes y legisladores, la participación de candidatos independientes y la violencia en las campañas (132 personas vinculadas a partidos, incluyendo 48 candidatos, fueron asesinadas según la firma Etellekt Consultores). Pero también por la reconfiguración del mapa político el país, en el que Morena, partido fundado en 2014, se convierte en la principal fuerza política a escala nacional, mientras el PRI cae a un lejano tercer lugar.
“La coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) se alzaría además con una amplia mayoría en el Congreso de la Unión y en cinco o seis de las nueve gubernaturas en juego.
“Después de dos polémicas elecciones presidenciales, una marcada por el fantasma del fraude (2006) y otra por el cúmulo de irregularidades (2012), López Obrador se alzó con un triunfo contundente: 30 puntos por encima de su rival más cercano, el panista Ricardo Anaya.
“Pese a ser el candidato de más edad (64 años), el voto de los jóvenes fue crucial para la victoria del tabasqueño, pues alrededor de la mitad del electorado (44.5 millones) tiene menos de 39 años y uno de cada cinco (12 millones) tuvo la oportunidad de votar por primera vez. De ahí que en su discurso de victoria, AMLO agradeciera a las ‘benditas redes sociales’, las cuales fueron la principal fuente de información de los llamados millennials (jóvenes de entre 18 y 29 años) y sirvieron para contrarrestar la guerra sucia que trataba de identificar al candidato de Morena como ‘un peligro para México’”.