ALHAJERO
Los beneficiarios del cambio en el PRI
Para los priistas de colmillo largo, la salida de Enrique Ochoa de la Presidencia del PRI –“tan intempestiva como tardía”- y el arribo de René Juárez Cisneros en su lugar, tiene como principal objetivo “salvar” lo que se pueda de lo que queda del partido.
No hablan de un “golpe de timón” ni de rescatar la campaña de José Antonio Meade. De hecho, dan prácticamente por perdida la Presidencia de la República y de ahí, consideran, la razón fundamental de este movimiento en el PRI a estas alturas de la contienda (a menos de 60 días de la elección).
Se trataría entonces de contener por un lado la migración de priista de tierra hacia Morena, y de salvar la mayor parte de candidaturas locales posibles. Incluso prevén que haya algunos cambios en las listas para tratar de mejorar el ambiente y restañar algo de las múltiples torpezas y heridas provocadas por Ochoa.
Porque para muchos priistas, “el boquete” por donde entraba el agua al barco era su dirigente.
Esa sería pues, la misión inmediata del ex gobernador guerrerense: Contener la sangría y recuperar lo que se pueda.
La segunda parte de la tarea de René Juárez al frente del tricolor tiene que ver con el porqué de su propio nombramiento. Por qué él y a quién responde políticamente hablando.
Ante el escenario de una posible derrota del candidato presidencial del PRI el próximo 1° de julio, el control del partido se vuelve fundamental. Y obviamente, Enrique Peña Nieto no quiere perderlo.
Juárez Cisneros es ante todo un hombre de Emilio Gamboa Patrón. Fue él quien lo envió como subsecretario a Gobernación para trabajar con Miguel Ángel Osorio Chong.
En esta tesitura, Peña mantendría el control del PRI, aún en plena debacle electoral, vía Gamboa-Juárez.
René Juárez, por añadidura, lleva buena relación con Osorio Chong quien podría convertirse en el líder de la bancada tricolor en el Senado. Ambos podrían hacer una buena mancuerna en los tiempos difíciles.
Y si le sumamos a René sus buenas maneras frente a las patanerías y los malos tratos de Ochoa, pues ahí tienen las principales del cambio de caballo a mitad del río.
Para la campaña de Meade en sí, este cambio no significa gran cosa. No al menos el llamado “golpe de timón”.
De hecho, pierde: Aunque él declaró que el cambio había sido decisión suya, lo cierto es que no se queda con el control del partido (lo toman Peña y Gamboa) y subliminalmente se prefigura su posible derrota.
En cuanto a los cambios en el equipo de campaña, por lo visto serán de segundo nivel. El propio Meade aclaró ayer que su coordinador general, Aurelio Nuño, se queda; al igual que el ex gobernador mexiquense Eruviel Ávila.
Como quien dice, seguirá el control de Los Pinos también ahí.
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GEMAS: Sucesión en el PRI: Renuncia Rubén Moreira a la Secretaría de Organización sin que nos enteremos; Claudia Ruiz Massieu solicita licencia que tampoco se hace pública: René Juárez es nombrado secretario de Organización sin tuit de por medio, Enrique Ochoa pide licencia temporal sin aviso a la Comisión Política y René Juárez se convierte, por prelación, en Presidente temporal del PRI.