A 29 años del triple filicidio que conmovió a Querétaro y a un año de cumplir con el internamiento ordenado por el juez, Claudia Mijangos Arzac podría quedar libre en 2019 o entregarse a sus familiares para ser trasladada a una institución médica. Así lo explicó la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, doctora Consuelo Rosillo Garfias, al ser entrevistada por PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro.
Dentro de 12 meses el titular del Juzgado Primero de Primera Instancia Penal tendrá que emitir una boleta de libertad en el expediente 224/189 y comunicársela a las autoridades penitenciarias de la Ciudad de México porque no puede permanecer ni un día más enclaustrada.
Claudia, que en mayo cumpliría 62 años de edad, vive en el área siquiátrica del Centro de Readaptación Femenil de Tepepan, en Tlalpan, en donde compartió espacios con la secuestradora francesa Florence Cassez y la ex dirigente magisterial Elba Esther Gordillo.
Fue la madrugada del 24 de abril de 1989 cuando Mijangos Arzac, propietaria de una tienda en el Pasaje de la Llata y maestra de catecismo en el Colegio Fray Luis de León, mató a sus tres hijos menores de edad en la casa familiar de Jardines de la Hacienda.
De acuerdo con las investigaciones de la agente del Ministerio Público Sara Feregrino, la joven madre –ex reina de belleza del Carnaval de Mazatlán- se desquició por un conflicto con su marido, que la había amenazado con quitarle a los niños.
Exámenes médicos y un dictamen del doctor Alejandro Obregón fueron la base para que el juez Arturo González de Cosío –hoy magistrado en retiro- resolviera la inimputabilidad de Claudia el 23 de febrero de 1990, ordenando su internamiento no como pena sino como medida se seguridad, advierte la presidenta Consuelo Rosillo, que entonces era secretaria de acuerdos del Tribunal Superior de Justicia.
La filicida había ingresado al Cereso Femenil de San José El Alto desde el 28 de abril de 1989, pero una vez dictada la resolución del juez, los abogados Miguel Alcocer y Julio Esponda, contratados por la familia, solicitaron y obtuvieron la autorización para transferirla a un penal con área para enfermos mentales, en donde hasta la fecha permanece a disposición del Ejecutivo del Estado de Querétaro.
La decisión del juez González de Cosío fue que estuviera internada por un término de 30 años que podría reducirse si la ciencia médica lograba curarla antes, lo que hasta la fecha no ha ocurrido.
Así las cosas, Claudia Mijangos Arzac deberá recuperar su libertad el 24 de abril de 2019 o ser ingresada a una institución médica, si así lo consideraran los especialistas y sus familiares, finalizó la magistrada Rosillo Garfias.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN