El senador Patricio Martínez García dio a conocer una Iniciativa con Proyecto de Decreto para reformar el artículo 31 de la Ley General de Salud, con el fin de dotar de atribuciones a la Secretaría de Economía para que fije los precios máximos de venta al público de los medicamentos en beneficio del público en general, debido a los precios exagerados que establecen las empresas distribuidoras de medicinas en el país.
En conferencia de prensa, el senador integrante del Grupo Parlamentario del PRI señaló que la citada dependencia, a partir de escuchar la opinión de la Secretaría de Salud, deberá considerar un precio justo que no pueda incorporar como factor de costo un cinco por ciento por concepto de inversión en investigación, sin exceder el precio promedio del mismo medicamento en los países de América Latina.
“La Secretaría de Hacienda y Crédito Público tendrá la intervención que le corresponda en la determinación de precios, cuando tales bienes sean producidos por el sector público, y la Secretaría de Salud proporcionará los elementos técnicos a la Secretaría de Economía, acerca de la importación de insumos para la salud”, precisó en el documento el senador por el estado de Chihuahua.
Martínez García expuso que de acuerdo con un estudio de la Secretaría de Economía sobre la industria farmacéutica, México es el segundo mercado más grande de América Latina de esta industria, donde también se destaca que 14 de las 15 principales empresas a nivel internacional que se ubican en nuestro país, por lo cual es considerado uno de los principales centros manufactureros del sector salud a nivel mundial.
Pero destaca, agregó, que esa actuación de las empresas farmacéuticas contrasta con el hecho de que las actividades de innovación y desarrollo científico que desarrollan, las realizan en sus países de origen y no en territorio mexicano.
“El problema radica en que el gobierno no ha logrado establecer verdaderos contrapesos a los abusos salvajes de las farmacéuticas, quienes justificando las inversiones en investigación para el desarrollo de patentes, imponen precios extremadamente elevados en consideración a los existentes por el mismo medicamento en otros países”, manifestó.
El poder farmacéutico sobre los precios tiene varias formas, incluyendo medidas de control de los medicamentos disponibles en cada país, conforme a lo que resulte más rentable para su negocio. Más aún, los monopolios que algunas empresas farmacéuticas generan los derechos de propiedad intelectual inhiben la competencia real en el mercado de medicamentos, afirmó.
Otro elemento importante es el gasto elevado en publicidad y promoción de la industria para posicionar sus medicamentos en los mercados nacionales, lo que sin duda se refleja en el precio para los consumidores finales, acotó.
Con esta Iniciativa, apuntó, hago de su conocimiento el flagelo que sufre el pueblo de México, con los precios arbitraria y abusivamente fijados por una industria farmacéutica desbocada que, sin limitaciones, ha acudido a los principios de libertad de mercados y libre competencia para engullir competidores, monopolizar mercados y tener manos libres en el bolsillo del consumidor.
Para estructurar una sistema de precios que se convierta en una sangría de miles y miles de millones de pesos a los presupuestos públicos que se invierten en los municipios, los estados y el gobierno federal e instituciones de salud. “Por eso invito a mis colegas en el Senado a que ratifiquen su solidaridad y compromiso con los mexicanos más necesitados y apoyen esta Iniciativa y en Comisiones se le dé un tratamiento oportuno”, exhortó el senador Martínez García.