Un queretano, Manuel de la Llata García, es la voz detrás de la alerta sísmica que aterroriza a los habitantes de la Ciudad de México pero que seguramente ha salvado muchas vidas. Locutor y actor de doblaje desde 1965, trabajó en numerosas series y películas –Supermán, La Guerra de las Galaxia, El Planeta de los Simios y Los Ángeles de Charlie- y murió, aquí, el 14 de junio de 2016.
Prestó su educada y versátil voz a Christopher Reeve, Harrison Ford y hasta el galán mexicano Jorge Rivero, entre otros muchos.
Al servicio de los radiodifusores del Valle de México hizo anuncios memorables, como aquél del vaso medio vacío o medio lleno de El Heraldo de México o el de las criptas de la Basílica, pero su trabajo más impactante es el del aviso de los temblores. Esa grabación está en el top ten chilango, junto con la de los tamales oaxaqueños y la del fierro viejo que vendan.
Manuel de la Llata García, sobrino del eminente historiador llamado igual y también de la Madre Conchita de la Llata, juzgada por el asesinato de Alvaro Obregón, han estado escribiéndose mucho últimamente, sobre todo después del terrible sismo del 19 de septiembre y de una entrevista publicada por The New York Times con Carlos García, gerente de la Asociación de Radio de la zona metrolitana, que reveló su nombre.
A partir de ahí importantes colegas como Joaquín López Dóriga, Martha Anaya y Wilbert Torres han hablado sobre esa voz que desata los miedos de tantos. “Cuando su voz suena, la tierra tiembla, escribió Daniel Melchor en el NYT. Dos palabras suyas bastan para arrebatarle la tranquilidad a millones de personas en Ciudad de México”.
Sucedió durante los pasados sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017. Sucedió el viernes 16 de febrero y la madrugada del lunes 19 del presente año.
“Alerta sísmica, alerta sísmica, alerta sísmica, alerta sísmica”, repite cuatro veces, con un zumbido perturbador de fondo, la voz que forma parte del catálogo sonoro de la ciudad: la de Manuel de la Llata García, actor de doblaje y locutor.
Indica también que cuando el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES) creó el sonido de la alerta en 1993, él ya tenía 25 años de carrera.
Quienes lo conocían por primera vez, cuentan sus colegas de doblaje, se sorprendían por el contraste: media 1,68 de estatura y era flaco, pero tenía una voz grave y una dicción precisa que le permitían doblar personajes con galanura. De ahí que le asignaran el papel de Han Solo en una de las versiones que se doblaron de la primera película de La guerra de las galaxias.
A partir de los ochenta, De la Llata cambió el doblaje por la locución de comerciales, una actividad mucho más redituable. Su voz tenía la versatilidad para anunciar desde champú hasta las criptas en la Basílica de Guadalupe.
Una de las historias que se cuentan sobre él dice que, en una ocasión, el locutor acudió a un banco en la plaza Perisur, al sur de la ciudad, y se puso a conversar con un conocido sobre el comercial de las criptas. Entonces una mujer los escuchó y se acercó.
“¿Usted es el que anuncia las criptas guadalupanas?”, le preguntó. “Pues con esa voz sí dan ganas de morirse”.
Carlos García, explicó a Melchor sobre la elección de De La Llata: “Se le pidió que participara en la alerta. No hubo casting, fue decisión directa. Lo que querían era un sonido que no fuera de catálogo, que fuera original y difícilmente reproducible.
Quienes accedieron a hablar sobre él, publica The New York Times, se negaron a decir cosas sobre su vida privada. Nunca tuvo hijos ni se casó. Pero todos coinciden en algo: Manuel de la Llata se pondría furioso si supiera que alguien indaga sobre él. Lo único que permitió rastrear a De la Llata fue su muerte. El 14 de junio de 2016 sufrió una embolia cerebral y murió a los 72 años. En su acta de defunción figura el domicilio donde pasó sus últimos diecisiete años de vida.
Rancho El Carmen está ubicado en un municipio de Querétaro. La casa se distingue a lo lejos por una cúpula con una cruz. Sobre las paredes de ladrillo resaltan las imágenes religiosas: Santa Rosa, San Antonio de Padua, una Virgen de Guadalupe de dos metros de alto.
Manuel de la Llata García murió hace casi dos años, pero su voz ha quedado grabada en la memoria de todos los habitantes de la Ciudad de México.
Pocos locutores queretanos, como él, han incursionado en la radio de la capital del país, incluido el actual director de XHUAQ, Raúl Ríos Olvera –voz en Radio Variedades y Radio Éxitos- junto con el ya desaparecido Miguel Ángel Lara Cortés.
Ríos Olvera comentó ayer a PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, haber conocido a Manuel de la Llata García, que era excelente en el doblaje de voces y en la elaboración de anuncios.
Mencionó también a Salvador Luna Ibarra, antiguo locutor de la XEJX de Querétaro (hoy Radio Fórmula), originario de Guanajuato, que tuvo un destacado desempeño en la XEQR, Radio Centro de México.
Ninguno, sin embargo, más vigente que Manuel de la Llata García, que después de muerto sigue espantando o salvando a los capitalinos.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN