A marchas forzadas. Contra reloj trabaja la Oficialía Mayor del Gobierno estatal para terminar los trabajos ordenados por el INAH en la fachada de la Casa de la Corregidora, luego de una lamentable intervención en la que se habían utilizado cemento y pintura vinílica y no el mortero a la cal viva con baba de nopal, como mandan los cánones en tratándose de edificios antiguos y, sobre todo, del principal monumento de la Independencia de México. La ignorancia se paga aparte.