Cecilia Gabriela Velázquez
“Vivió como quiso vivir y murió como quiso morir. Y la fuerza que tenía provoca que estemos, a dos días de su muerte, aquí, en Querétaro, con sus amigos”, dice Dante Seneca Rubén Ramos Franco, hijo del poeta y compositor queretano, Mario Arturo Ramos Muñoz, quien falleció el tres de diciembre de 2024 y deja un vasto legado cultural a la sociedad.
En el Museo Regional de Querétaro, algunas calles abajo del barrio La Cruz, cuna de Ramos Muñoz, se celebra la segunda fecha de su “gira del adiós” —denominada así por su hijo mayor, Dante—. Esta gira se caracteriza por reunir a sus familiares y amigos queretanos, quienes se sientan a escuchar las interpretaciones musicales de su palabra escrita y, claro, a recordar el “tipazo” que fue. Más que un velorio con aroma a lágrimas y vestimenta lúgubre, la atmósfera se perfuma de canciones, risas y anécdotas pintorescas del Querétaro antiguo, cuyos cafés albergaban al poeta, sus escritos y sus ocurrencias.
“Es difícil estar aquí a esto, a la despedida de una persona. Y es un monstruo intelectual, un monstruo de la poesía. Un referente histórico musical. Un referente para poetas. Hizo talleres, hizo canciones, hizo amigos. Lo han grabado por todos lados. Es complicado, pero a la vez muy reconfortante saber que tienes un referente familiar”, reconoce Dante Ramos, el primogénito del autor de “Hasta que vuelvas”, interpretada por Luis Miguel, Gualberto Castro, José José, entre otros artistas.
En un convivio ameno entre sus seres queridos, diez días antes del que hubiese sido su 75° cumpleaños, se le recuerda como un rebelde, fiel a sus valores, casado con sus creencias, culto, viajero; de un “humor ácido” y con “memoria fotográfica” para devorar libros enteros y recordar frases exactas. Un queretano arropado por su ciudad, de la cual no perdía ninguna oportunidad para gastarle chistes. Así como tampoco perdía la oportunidad de recorrer las calles de su corazón ni de probar sus tortas, tacos y cafés; sobre todo, el café de “El hoyo”, como él solía llamar al establecimiento en épocas pasadas.
“Mi papá tenía un problema de riñones controlado, que ya estaba muy controlado; y tenía un cáncer de próstata que también estaba controlado. Y falleció de un paro cardíaco. O sea, él murió como él quiso. No le importó lo que le dijeron los doctores que tenía. Y eso es muy importante porque, siendo un rebelde de toda su vida, no permitió ni siquiera que al final se lo dictara a alguien”, consta Dante una prueba de la rebeldía de su papá, un hallazgo de haber vivido su vida como sólo él quiso.
Su gira está pensada para estrechar distancias entre sus amigos y que se despidan de él mediante un convivio cultural y musical. Abarcará otros estados de la república, como Sinaloa, Hermosillo y Baja California, hasta que sus cenizas se esparzan, como una de sus voluntades, en La Rumorosa, el mirador de la carretera Mexicali-Tijuana. “Por alguna razón, le gustaba mucho La Rumorosa y él quiere que sus cenizas sean esparcidas ahí (…) Estoy cumpliendo con la voluntad que él dijo: ‘que se sienten mis amigos, que no me velen; que se sienten mis amigos y que canten mis canciones’. Eso es lo que él quiso”, señala Dante Ramos.
Mario Arturo Ramos Muñoz es autor de canciones como “Libre como gaviota”, interpretada por Manoella Torres y ahora adoptada por la comunidad LGBTIQ+; “Ana del aire”, cantada por Angélica María; “El último día del otoño y “la Infancia”, ambas interpretadas por Emmanuel; entre otras más traídas a la música por artistas como Lola Beltrán, Lucha Villa, María Victoria y más. También publicó su poemario, “Con angustia roja” (1972); y otros libros como “Rutinero” (1986) y “De viajes y viejas” (1997).
Además de su trabajo lírico y educativo, destacó en los medios como colaborador de la sección cultural de algunos medios queretanos, como ‘Noticias de Querétaro y el ‘Diario de Querétaro’, al igual que en el ‘Imparcial e Independiente’ de Hermosillo, Sonora; y en nacionales como ‘El Universal’ y ‘Excélsior’. Fue productor, realizador y conductor de la serie de radio ‘Gracias por la música’, transmitida en Radio Querétaro de 1991 a 1996.
“Yo le dije: ‘papá, ¿no te has dado cuenta que te volviste un personaje?’, y me dice: ‘¿cómo?’, y le digo: ‘es que no quieres que te digan maestro. No quieres que te digan señor. No quieres que te digan don. No quieres que te digan Marío Arturo. O sea, y así quieres ser. Eres Mario Arturo, eres el referente cultural’. Se convirtió en un personaje de la cultura mexicana (…) ojalá que Querétaro, en un momento determinado, pueda entender que es un tipazo. Con todos sus oscuros y claros”, manifiesta su hijo en una voz alegre, de remembranza.