Sin solución ve el primer actor Paco Rabell Fernández los problemas de movilidad de la ciudad de Querétaro y de plano propone hacerlo todo peatonal. “Somos muchos para tan pocas calles”.
Quien ha sido por más de 50 años Corregidor y presidente de varios municipios del país (en el teatro y la televisión), habla de lo que haría como alcalde de la capital.
Antiguo habitante del Centro Histórico, en donde hace 37 años abrió su Corral de Comedias, se declara partidario de los parquímetros para regular el estacionamiento e impedir que los dueños y empleados ocupen los espacios durante
horas.
Exalta Paco la belleza inenarrable del casco antiguo, que es compendio de la historia nacional y atrae mucho turismo, pero lamenta la creciente inseguridad. “Está del carajo”.
Entrevistamos al también fundador de los Cómicos de la Legua frente al portón de su teatro, en Venustiano Carranza 39, descansando en su silla y apoyado en un bastón porque recientemente se cayó. “Ya lleva tres caídas”, revela su esposa
Anita.
Tiene 83 años de edad y cientos de personajes en la piel.
Fue presidente de Cuetzalan, Puebla, en El Padre Gallo y de Tenochtlen de las Flores en El
Extensionista.
Hace años, al ser presentado ante el entonces gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, le hizo referencia que fue alcalde de Santa Cruz Malinalco, en el Estado de México. El hoy Presidente de la República se quedó pensando, confundido, hasta que Rabell le explicó que eso ocurrió en la telenovela “La Gloria y El Infierno”.
¿Te hubiera gustado ser edil de verdad? Le preguntamos.
-Sí, claro. Al gobernador Toño Calzada le pedí que me postulara y me dijo que sí, pero que los fines de semana me diera mis vueltecitas por ¡Cadereyta!, de donde soy. No ocurrió.
Así con la experiencia de presidente actor, Paco ve los dos graves problemas de la ciudad: movilidad y seguridad.
Para lo primero, sugiere hacer peatonal todo el centro y en lo segundo reforzar con policías honrados, capaces y bien pagados. Eso haría si estuviera en lugar de Marcos Aguilar Vega para enfrentar los retos del
crecimiento.
Eso dice él, que ha sido durante más de la mitad de su vida el principal personaje de Farsa y Justicia del Señor Corregidor, el Malcom contra los Eunucos y por 17 años el papá en la boda de Tacho con Tencha la del Ocho.
Está muy contento, a pesar de los quebrantos de salud, porque en unos minutos saldrá a la Ciudad de México para ver actuar en el Palacio de Bellas Artes a su sobrina, la bailadora flamenca María Elena Anaya, que -dice- tuvo su mejor actuación al concebir a la cantante María José.
Y, bueno, quiere llegar a tiempo. Ya le anda.
¡Vámonos! Urge a su hijo Enrique Rabell, que manejará el auto a la Ciudad de México. Y se levanta, alborotadísimo, ayudado por Anita, invitándonos a venir una noche de estas a ver “Amigos hasta la muerte”, “Un espíritu burlón”, “Parodiando con Poncho Núñez” o la clásica de Tacho.
-Tráete a todo el periódico, convida, siempre generoso.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN