Como suele suceder tras un cara a cara entre dos candidatos, tanto Donald Trump como Kamala Harris ganaron este martes el debate presidencial estadounidense para sus respectivos equipos, pero la vicepresidenta demócrata se apuntó después un tanto difícil de igualar: el apoyo de Taylor Swift.
Las encuestas sobre quién ganó el encuentro tardarán en llegar, pero sin duda llevarse el apoyo del icono más poderoso de la cultura estadounidense actual, que moviliza a millones de jóvenes, era el gran botín de los ‘endorsements’ (respaldos) de figuras públicas y este llegó minutos después del debate, cuando la cantante anunció que votará por Harris.
“Esta fue una gran noche para el pueblo estadounidense, para la libertad, para la democracia, para el estado de derecho, para la justicia, no solo para Kamala Harris, pero luego llegó el apoyo de Taylor Swift y… ¿saben qué? Importa”, apuntaba a los medios el gobernador de California, Gavin Newsom, tras conocer la noticia.
Mientras congresistas, asesores y portavoces se dedicaban a valorar las fortalezas que habían mostrado sus respectivos candidatos en el debate, el nombre de la compositora de himnos como ‘Shake It Off’ era el que sonaba en todas las preguntas.
“Harris ha conseguido transmitir su mensaje y ha logrado convencer a los votantes, incluso a Taylor Swift”, apuntaba a EFE Maca Casado, portavoz de la campaña de Harris. “Creemos que ese es el impacto que ha tenido en miles y quizás millones de votantes indecisos”, añadió.
Este martes por la noche, agregó, se vio a “un señor Trump muy enojado, desvariando, diciendo que los inmigrantes comen perros, diciendo que Harris odia a los judíos, pero que también odia a los árabes. Definitivamente estuvo fuera de juego hoy, a la defensiva y acorralado”, dijo Casado.