
La triple ejecución del miércoles pasado en el Centrito Valle habría sido perpetrada por el Cártel de los Beltrán Leyva.
Fuentes informaron a el periódico El Norte de Nuevo León que un hombre identificado como Jesús Adrián Guerrero Flores, de 30 años, que dijo ser halcón de ese cártel desde hace un año y fue capturado ayer por la Policía de San Pedro, aseguró que en ese ataque participaron al menos cuatro sicarios del grupo y cuatro halcones.
Aunque el Procurador Bernardo González rechazó el viernes que el caso estuviera ligado al crimen organizado, Guerrero dijo en un interrogatorio que en San Pedro operan 12 sicarios de los Beltrán con 18 armas largas, y que algunos estuvieron en el ataque.
No obstante, aseguró desconocer la razón del atentado del miércoles afuera del bar La Única.
Al dar detalles sobre la triple ejecución, el informante señaló que participaron cuatro sicarios identificados como Óscar, Julio, Guaraná y Ramiro, que iban con otros delincuentes que no conoce.
A los halcones los identificó sólo con las claves 128, 127, 142 y 145, señalando que se movían a pie por Río Mississippi, Río de la Plata y Calzada del Valle.
Luego de que inicialmente se dijo que iban en una Suburban y después hubo versiones de que se trasladaban en una Ram, el informante mencionó ayer que los atacantes usaron una camioneta Toyota Hilux blanca, un Ford Fusion azul oscuro y un Nissan Tsuru gris.
Los ejecutados fueron identificados el jueves como José Herrera Aispuro, de Sinaloa; Michael Raciel Almela Martínez, de la Ciudad de México, y Carlos Sánchez Pliego Mier, de Querétaro.
La captura de Guerrero ocurrió en el cruce de Río Mississippi y Río Tamazunchale en los primeros minutos del domingo, cuando llevaba mariguana y cocaína en piedra y en polvo.
Fuentes cercanas al caso señalaron que estaba con otro hombre afuera del bar El Torito Sinaloense y ambos se alejaron de forma sospechosa ante la presencia de una unidad de la Policía Municipal que hacía recorridos de vigilancia.
Al interceptar a Guerrero, dijeron, los policías le encontraron la droga y lo pusieron a disposición del Ministerio Público por el delito de narcomenudeo, mientras que el otro hombre no fue hallado, ya que entró al bar y fue perdido de vista.
De acuerdo con fuentes policiacas, el grupo de sicarios de los Beltrán señalado por Guerrero también estaría involucrado en otros crímenes y balaceras reportados en San Pedro.
Entre ellos están el de un presunto narcovendedor en la Colonia Lucio Blanco el pasado 24 de abril y el de un hombre cuyo cuerpo fue encontrado en una camioneta abandonada en Colonial San Agustín en julio del año pasado.
También señalaron el asesinato del mando de la Ministerial, Carlos Arturo Valle Novelo, ejecutado con su escolta el año pasado en el estacionamiento del Office Max de Gómez Morín, y el tiroteo con ministeriales, cinco días antes, afuera del Sirloin Stockade de Valle Oriente.
MALETAS CON MILLONES EN EFECTIVO
Luego de la triple ejecución del miércoles por la noche frente a un bar del Centrito Valle, por lo menos 11 personas, entre clientes, empleados y escoltas, declararon ayer en la Procuraduría estatal.
“No son personas de Nuevo León (los ejecutados)”, dijo la víspera el Procurador Bernardo González. “Se encontraban aquí haciendo una actividad comercial.
“Se está interrogando a todos los testigos de los hechos. Eran muchos”.
El triple homicidio, con tintes de crimen organizado, ocurrió a las 23:55 horas del miércoles, cuando un grupo armado abrió fuego afuera del bar La Única, en el cruce de Río Amazonas y Grijalva, para después huir.
Aunque inicialmente se dijo que los pistoleros iban en una Suburban blanca, desde la que dispararon, ayer se informó que presuntamente se trasladaban en una camioneta Ram blanca.
“(Las víctimas) iban llegando al negocio”, afirmó el Procurador.
“Hay (videos de la huida de) cámaras del C4 que nos están entregando”, adelantó, “y las procesaremos de acuerdo a los horarios. No me adelantaría a decir si es crimen organizado”.
Uno de los ejecutados fue identificado como José Herrera Aispuro, un contador de Sinaloa, de entre 50 y 55 años de edad, que traía un Rolex y 12 mil pesos.
Los otros dos son Michael Raciel Almela Martínez, de 47 años, de la Ciudad de México, y Carlos Sánchez Pliego Mier, de entre 35 y 40 años, de Querétaro; la edad de este último no pudo ser confirmada en un inicio, pues el queretano portaba varias identificaciones con distintas fechas de nacimiento, según la Fiscalía del estado.
Herrera fue tesorero de la Universidad Autónoma de Sinaloa en el 2005 y aspirante a la Auditoría Superior de ese Estado.
Las víctimas, según informes de Plataforma México, no cuentan con antecedentes penales ni asuntos pendientes con las autoridades.
Versiones extraoficiales policiacas advierten que los tres llegaron al bar para negociar un traspaso de acciones empresariales.
Otras fuentes aseguran que dos grupos renegociaban una deuda de 2 millones de dólares y que el dinero estaba oculto en dos maletas que los sicarios se habrían llevado, pero las autoridades lo negaron.
La declaración de Luis Javier Hernández Cruz, de 36 años, que resultó lesionado por esquirlas de bala y aseguró ser escolta de Eleazar Cárdenas Martínez, abrió otra posible línea de investigación.
Ante un Ministerio Público, Hernández dijo que iba llegando con su patrón y otras personas cuando ocurrió el ataque, y aseguró que no tienen que ver con los tres ejecutados.
Señaló que su jefe es socio de una empresa de seguridad ubicada en Félix U. Gómez y José Ángel Conchello, de la Colonia Terminal, sin mencionar el nombre.
Ese lugar corresponde a la empresa Protege, donde el 27 de marzo del 2016 fueron robados 2 millones 400 mil dólares de las bóvedas de seguridad.
El consorcio de seguridad fue propiedad del Alcalde de Guadalupe, Francisco Cienfuegos, que luego del robo aseguró que había vendido sus acciones en el 2013 al empresario Jesús Ramón Rodríguez Jiménez.
POR: REDACCIÓN