En los tiempos del PRI fuerte, ese PRI que tanto le gusta al presidente López Obrador emular en muchas de sus decisiones política, en cuanto destapaban candidato presidencial, lo primero que hacía el presidente, de acuerdo con el que sería su sucesor, era cambiar al presidente del partido.
Cuando Luis Echeverría le dijo las palabras mayores a José López Portillo de que él era el elegido, de inmediato se realizó una asamblea del tricolor en la que sustituyeron a Don Jesús Reyes Heroles y entronizaron a Porfirio Muñoz Ledo como presidente y a Augusto Gómez Villanueva como secretario general.
Entonces el candidato elegido era en realidad el jefe del partido.
Hoy en MORENA no está ocurriendo lo mismo.
Mario Delgado no ha sabido ser un apoyo importante en le precampaña de Claudia Sheinbaum.
El dirigente de MORENA sigue entrampado en la designación de candidatos en las nueve entidades en las que cambiarán de gobernador.
Y para colmo, en lugar de que el partido en el gobierno apoye a los prospectos para esos cargos de la candidata presidencia, en la designación que más le importa a Sheinbaum, en atención a que es su territorio, o sea la Ciudad de México, Mario Delgado no ha sabido defender a Omar García Harfuch del fuego que le lanzan los duros que apoyan a Clara Brugada y deja que hasta el impresentable de López Gatell ande promoviéndose en todos los noticieros más importantes del espectro electrónico nacional.
Y el trabajo que viene en materia de designación de candidatos a senadores y diputados federales, será todavía más complicado para un indeciso como Mario Delgado.
Y entonces la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, no podrá responderle al presidente sobre el propósito de tener una mayoría calificada en el congreso si ella no es el factor de decisión de los candidatos.
¿O será que el presidente López Obrador considere que tiene el tiempo suficiente para él designar a los prospectos en las cámaras mencionadas?
Con tantas asignaturas irresueltas que tiene el país, será difícil que AMLO dominé con efectividad ese circo de tres pistas.
EN TIEMPO REAL
1.- En Guanajuato la familia Prieto quiere todo el estado para ellos. MORENA es de nosotros, proclaman a viento y marea. El patriarca Ernesto Prieto está obsesionado con ser el candidato al gobierno estatal. Su hijo, Julio César Ernesto Prieto, actual presidente municipal de Salamanca busca la reelección, a pesar del rechazo ciudadano que tiene por su deficiente gestión, algo que se demuestra en las encuestas que ponen muy arriba de las preferencias de los electores al ex presidente Justino Arriaga.
2.- En la pugna por la rectoría de la UNAM a Claudia Sheinbaum la mete en problemas Patricia Dávila proclamando que ella es la favorita de la candidata presidencial de MORENA. Claudia trae ya suficientes pendientes en su campaña como para andarse distrayendo dando apoyos en la UNAM.
3.- En Puebla las encuestas realizadas por varias organizaciones, dan ventaja al senador Alejandro Armenta sobre el diputado Ignacio Mier. Pero si la disputa entre ambos prospectos se torna en un problema para la dirigencia nacional de MORENA, la solución podría ser una mujer. Y la alcaldesa de Puebla capital, Claudia Rivera Vivanco, está puesta para resolver la controversia.