En el mes pasado, solo 25 por ciento de los países en el mundo comunicaron muertes por COVID-19, y un porcentaje aún menor, de 11 por ciento, informó de hospitalizaciones y admisiones en UCI por la enfermedad, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pidió a los gobiernos que no bajen la alerta.
“No significa que el resto de países hayan dejado de tener fallecimientos y hospitalizaciones, sino que no informan de ellas”, alertó en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“No hay duda de que el riesgo de muerte o de casos graves es ahora mucho menor que hace un año, por la creciente inmunización de la población gracias a las vacunas y las infecciones, pero pese a la mejora, la OMS sigue considerando alto el riesgo de COVID en la salud pública”, añadió el experto etíope.
Aunque el propio Tedros declaró el fin de la emergencia internacional por COVID-19 el pasado 5 de mayo, hoy subrayó que “el virus sigue circulando en todos los países, sigue matando y mutando”.
“Persiste el peligro de que surja una variante peligrosa que pueda causar un repentino aumento en los contagios y los casos mortales”, aseguró Tedros, quien recordó que pese al fin de la emergencia internacional un comité de expertos de la OMS sigue reuniéndose periódicamente para analizar la respuesta al virus.
Siguiendo las recomendaciones de este comité, Tedros lanzó un llamamiento a los países miembros de la OMS para que mantengan ciertas medidas de prevención ante el coronavirus, que incluyen “seguir ofreciendo vacunas a los grupos de riesgo” e informar a la OMS de los fallecimientos y hospitalizaciones por la enfermedad.
“En la OMS no nos olvidamos de la enfermedad, y los gobiernos tampoco deben hacerlo”, concluyó el máximo responsable de la agencia sanitaria de la ONU.
Desde el inicio de la pandemia a finales de 2019, la OMS ha contabilizado más de 768 millones de casos de la enfermedad en todo el planeta, 6.9 millones de ellos mortales, lo que convierte la crisis sanitaria en una de las más graves desde la causada por la gripe en 1918.
En comparación con los peores momentos de la pandemia, en los que se llegaron a reportar más de 20 millones de casos semanales a nivel global (a inicios de 2022 con la variante ómicron), solo se reportaron unos 10 mil contagios en Europa y 20 mil en América durante la última semana de julio, aunque las cifras aún fueron relativamente altas en Asia-Pacífico (288 mil positivos).