Estoy seguro que la pregunta que surge inmediatamente es ¿Qué tiene que ver Will Smith con Putin y cómo se relacionan con las ventas? Aquí te lo aclaramos.
El domingo pasado, en el escenario de la entrega de los “Oscar” escuchamos, sabiendo que estábamos ante un acontecimiento muy especial en estas ceremonias, estas palabras: “Quiero ser un recipiente de amor, quiero agradecer a Venus, Serena y a toda la familia Williams por confiarme su historia. Quiero ser un embajador del amor. Quiero disculparme con la Academia y mis colegas nominados. Este es un momento hermoso, y no estoy llorando por ganar un premio, no es sobre ganar un premio, es sobre echar luz sobre la gente”. ¿Quién puede creer que el autor era Will Smith, quien unos minutos antes golpeó, con el mundo como testigo, a Chris Rock por una broma hacia su esposa?
¡Vaya forma de iluminarnos del auto-nombrado embajador del amor!
Hace más de un mes empezó la guerra entre Rusia y Ucrania. Así se nombra este conflicto por casi todo el mundo, pero para Vladimir Putin, ésta no es ni guerra ni invasión sino una “operación militar especial” para defender a los habitantes rusos de Donbass. Putin declaró que el objetivo del operativo era: “proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años”.
Vladimir, el defensor del pueblo, intenta salvar a esos habitantes bombardeando su ciudad y de paso a otros 40 millones de ciudadanos.
Aunque ambos casos presentan evidentes y enormes diferencias en la escala de la agresión, el principio humano que los “justifica” es el mismo. Los dos personajes están convencidos de tener la razón, apoyándose en una perspectiva muy conveniente para ellos de los acontecimientos. Claramente los dos están vendiendo “su verdad”, la cual dista mucho de ser una visión ecuánime y completa de la situación. Venden su versión, y encuentran mercado que la compre.
Nietzche dijo: “La verdad no existe, sólo la interpretación que damos”.
En ventas a veces caemos en el error de querer vender lo que nos conviene, aunque no sirva para solucionar el problema del cliente de la mejor manera. Estoy convencido que, tarde o temprano, los vendedores o las empresas que actúan de esta manera acabarán pagando el precio.
Estos son algunos ejemplos de “Putins” o “Smiths” que me ha tocado ver:
Un dueño de una empresa de tecnología que recluta talento tecnológico para una etapa de fuerte crecimiento, pero mintiendo sobre las condiciones laborales. Los empleados duraban un par de meses y la empresa se quedó en la mediocridad.
Un vendedor de maquinaría que tenía, por varios años, una cuenta muy importante; decidió vender una solución que estaba a punto de quedar obsoleta porque iba a salir una versión de más alta tecnología, ya que él quería la comisión cuanto antes. El cliente tardó 6 meses en darse cuenta y terminó la relación con el vendedor y con la empresa.
Una firma de consultoría que tomó un contrato millonario para una empresa de ventas en la calle, aún sabiendo que no tenía expertise en comercialización, y su recomendación estratégica fué: que los vendedores entren antes y trabajen más horas. Salexperts fué contratado posteriormente y como especialistas tuvimos mejor suerte.
¿Quieres clientes para toda la vida? Entonces, soluciona sus problemas eficazmente con tus productos o servicios; si sabes que no lo puedes hacer, habla con claridad de hasta dónde llega tu alcance. Eso sí, sé un experto en conocer todas las formas en las que tu producto puede beneficiar al cliente, tampoco se trata de dejar pasar la oportunidad.