- Reelegirán a Marko como dirigente nacional
- Queretanos en la instalación del Congreso
- Suena Betty León para el Instituto de la Mujer
- El Historietario: Las lágrimas de un presidente
Urbi et orbi.
Francisco Domínguez Servién quiso, pero no pudo, ser dirigente de Acción Nacional. Convencido de ello, anunció ayer, en un dolorido mensaje a través de las redes su decisión de retirarse de la contienda por no encontrar -”por ahora”- las condiciones democráticas que deben animar la vida interna de su partido.
Lo compartió unas horas después de que el presidente partidista Marko Cortés se separó del cargo para buscar la reelección con, como se sabe, el apoyo de la mayoría de los consejeros.
De traje y corbata azul, el todavía gobernador de Querétaro dijo que, al concluir su gestión, tras 25 años de militancia y cuatro cargos de elección popular abrirá un espacio de reflexión desde el sector ganadero.
Agradeció, cómo no, a compañeras y compañeros de todo el país el respaldo y la empatía hacia su eventual postulación y advirtió “ser parte de un proyecto mucho más grande que una aspiración individual y que permita al partido volver a brillar con luz propia por el bien de México”.
Y continuó la arenga:
“Como panistas, debemos renovar nuestra visión. Asumirnos como oposición y como opción; el país lo necesita, la sociedad lo demanda. Necesitamos un partido unido, abierto y transparente, limpio y democrático. Uno que gane elecciones por el voto que respalde lo que hacemos bien y no conformarnos con ser beneficiarios del voto de castigo contra otros. Uno que vuelva a ganar votos, y que no se congratule por dejar de perderlos. Uno que se acerque a la sociedad y se reconecte con la realidad del México más humilde”.
Ya encarrerado, sentenció Domínguez: Tenemos mucho que aportar.Resignado, el aún mandatario estatal declaró estar enfocado en entregar las mejores cuentas a las y los queretanos y que con esto, cerrará un capítulo.
Fue entonces cuando anticipó “abriré un espacio a la reflexión y al trabajo en mi sector como empresario ganadero. Estoy convencido que juntos abriremos otros más”.
Pero ni el país ni el PAN se lo perderán de todo.
“Seré parte activa de una nueva narrativa panista propositiva y autocrítica, centrada en nuestras fortalezas, en nuestros mejores gobiernos, en nuestros logros y convicciones.
Trabajaré para servir a México, me encuentre donde me encuentre”.
Qué bueno.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Nuestros legisladores.
Sonia Rocha, Erika Díaz, Marcia Solórzano, Ignacio Loyola, Felipe Macías, Paulina Aguado y José Báez son los siete diputados federales de Querétaro -todos del PAN- que participaron este miércoles en la sesión de Congreso General en San Lázaro. Sonia y Felifer están repitiendo, Ignacio ya fue gobernador y los demás son debutantes en la política nacional.
También estuvieron el senador panista Alfredo Botello Montes y Gilberto Herrera Ruiz de Morena. Por cierto, Lupita Murguía solicitará licencia a mediados de este mes para enfocarse a la toma de posesión del nuevo gobierno estatal y dejar su escaño a Estrella Rojas Loreto.
En los próximos días continuará la integración del gabinete del gobernador electo Mauricio Kuri González, en donde se está poniendo énfasis en la participación de las mujeres, no solamente en la Secretaría de Gobierno, sino en Salud, Cultura, Turismo, Vivienda, Comunicación Social y probablemente Educación con Martha Elena Soto Vega, actual rectora de la Universidad Tecnológica.
Igualmente se habla de la posibilidad de que -en la nueva apertura política estatal- una de las candidatas a la gubernatura, Bety León de Movimiento Ciudadano, la dinámica expresidenta municipal de Pedro Escobedo, encabece el Instituto de la Mujer.
Y a propósito de candidatas a la gubernatura, la morena Celia Maya García fue mencionada para ocupar la asesoría jurídica de Presidencia de la República en sustitución de Julio Scherer Ibarra, pero este jueves fue nombrada María Estela Ríos González, que ocupó un cargo similar con Andrés Manuel López Obrador en el gobierno de la Ciudad de México. Ni modo.
-EL HISTORIETARIO-
Otro país.
Este reportero presenció su primer informe en San Lázaro hace casi 40 años, el miércoles 1 de septiembre de 1982. Era el Día del Presidente, decían. Y en este caso el último de José López Portillo, al que había visto desde su campaña en Querétaro como un magnífico orador, de gran personalidad y arrastre, pero ¡oh, sorpresa! esa mañana el jefe del Ejecutivo y jefe supremo de las fuerzas armadas lloró ante la nación y recordó a los pobres, a los que había pedido perdón al inicio de su gobierno.
“Soy responsable del timón pero no de la tormenta” dijo desde la tribuna más alta y anunció sorpresivamente la nacionalización de la banca, expropiación en realidad.
Las cámaras captaron en uno de los palcos al presidente electo Miguel de la Madrid con expresión grave y aplaudiendo sin ganas.
Presidía el Congreso un político probadísimo, Humberto Lugo Gil a quien -cosas de la vida- igual le había tocado contestar el informe de Gustavo Díaz Ordaz en el convulso 1968, días antes de Tlatelolco.
Don Humberto, también ex gobernador de Hidalgo, con quien coincidimos mucho tiempo después en la Secretaría del Trabajo con Mariano Palacios Alcocer, nos contó esa experiencia de 1982 y cómo se blindaba el secreto mejor guardado del sexenio.
Faltaban 48 horas para el sexto informe de López Portillo, aún no le entregaban el documento y él debería preparar la respuesta.
“Aún no está terminado” le decían para justificar la demora.
Tuvo que recurrir a José Ramón López Portillo Romano, el “orgullo del nepotismo” presidencial, quien le compartió que su papá probaría micrófonos en San Lázaro la mañana del 31 de agosto. Ahí podría verlo.
Muy temprano estuvo Lugo Gil en la sede legislativa. De pants, el primer mandatario calaba la potencia del sonido. Súbanle aquí, bájenle allá.
Al terminar el ensayo, pudo hablar el líder de los diputados con López Portillo y comentarle su preocupación por no tener todavía ni siquiera un adelanto del documento para preparar su discurso.
Más tarde lo recibiría, le dijo. José Ramón se lo llevaría personalmente a sus oficinas de la CNOP, en las calles de Lafragua. Y así fue, pero antes, llegaron elementos del Estado Mayor Presidencial para comunicarle que dentro de una hora cerrarían el edificio. Nadie podría entrar ni salir y los teléfonos serían desconectados.
Don Humberto tuvo tiempo de comunicarse con su esposa para comentarle la situación. Trabajaría toda la noche en la respuesta junto con sus colaboradores más cercanos, entre los que se encontraba un queretano: Fernando Ortiz Arana.
Anochecía cuando llegó el junior con la copia del esperadísimo informe y la petición presidencial de guardar el secreto de estado de la nacionalización de la banca para evitar fuga de capitales o maniobras de los dueños.
Y, en efecto, Lugo Gil no pudo avisarle a nadie, ni siquiera al amigo al que le debía su alta posición política, el presidente electo Miguel de la Madrid.
Ya había amanecido ese 1 de septiembre de 1982 cuando el presidente del Congreso de la Unión pudo salir de las oficinas (los colaboradores, no) y trasladarse a su casa, acompañado por los militares, para darse un baño, rasurarse y vestirse formalmente.
Entonces supo que el teléfono también había sido cortado ahí. Y, por supuesto, aún no había celulares.
A tiempo fue transportado por los miembros del Estado Mayor a San Lázaro para presidir la sesión en la que el presidente José López Portillo anunció la nacionalización bancaria, medidas sobre el control del tipo de cambio y la descentralización del Banco de México.
“Ya nos saquearon, sentenció JLP, México no se ha acabado. No nos volverán a saquear”.
En su respuesta, Humberto Lugo Gil, declaró ortodoxo: “Esta fecha está ya en la historia” y expresó el apoyo del poder legislativo a las decisiones “patrióticas y revolucionarias” de López Portillo porque respondían, claro, a los sentimientos del pueblo.
La política era así.
-LA FRASE
DE LA SEMANA-
Declinante.
“Les comparto mi decisión de no competir por la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional de nuestro partido, el PAN, al no encontrar por ahora las condiciones democráticas que, por vocación, convicción y por el bien de México, debieran animar su vida interna”: Francisco Domínguez. Mensaje al mundo, dado el jueves 2 de septiembre de 2021.
Ni modo.
-JUGADA FINAL-
A lo suyo.
Al gobernador Pancho Domínguez Servién que siempre no competirá por la dirigencia del PAN y ha decidido abrir un espacio a la reflexión y regresar a la cría de cerdos, un realista y empresarial ¡JAQUE MATE!