Una vez más, la comunidad universitaria cerró filas en torno a su rector, Gilberto Herrera Ruíz. Con excepción de la Facultad de Contaduría y Administración, así como el Colegio de Bachilleres, las demás escuelas y campus se congregaron en la explanada que a las 4:30 de la tarde lucía abarrotada.
Al filo de las 5:00 de la tarde, el rector de la Alma Mater tomó el micrófono y en presencia del secretario de Educación del Estado, Alfredo Botello Montes, acusó ante los universitarios que los políticos solo van a tomarse la foto a la UAQ.
“Pero una vez que ganan alguna posición, ya no regresan y no cumplen lo que prometieron”.
El duro Botello respondió la consigna esbozando una sonrisa a la concurrencia.
Gilberto Herrera recordó que el gobernador Francisco Domínguez había prometido otorgar un 17 por ciento y acusó que al final, las cifras no cuadraron y todo quedó en un escueto 4.4 por ciento. Desde la explanada, exigió a las autoridades cumplir la ley y dotar a la UAQ de un presupuesto suficiente.
“Vamos a caminar para exigir que se cumpla la palabra ofrecida”.
De igual forma, lamentó la intransigencia del Gobierno que encabeza Pancho Domínguez al señalar que no hay nada que aclarar entorno al presupuesto.
Antes de emprender la marcha rumbo a la Plaza de Armas, Herrera Ruiz advirtió a la comunidad universitaria sobre una reunión que tuvieron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en donde se les ordenó vestirse de civiles para infiltrarse en la marcha y desestabilizar la movilización. El mensaje en cuestión fue desplegado en la pantalla que se colocó a las afueras de Rectoría.
“Me acaba de hablar mi hijo para compartir que una compañera de su esposa es policía de buen rango y este le informó que ayer los reunieron para darles instrucción de vestirse de civiles, infiltrarse entre la marcha para boicotearla”.
Al respecto, Gilberto Herrera dio la bienvenida a los infiltrados de quienes dijo, “seguramente tienen estudiando a sus hijos aquí en la Universidad y si no, los tendrán”.
Además, pidió no caer en provocaciones externas.
Una columna compuesta por miles de estudiantes, académicos y trabajadores abandonaron el Centro Universitario al ritmo de “¡El que no brinque es Pancho!”, “¡Somos muchos más!”, “¡Presupuesto justo para la UAQ!”, “¡Más para el hijo de obrero y menos para los políticos!”.
La columna se desplazó por la calle de Hidalgo y hasta Corregidora, para después doblar en el Andador 16 de Septiembre, Pasteur y hasta llegar a la Plaza de Armas. Hasta ese momento, el trabajo para los medios de comunicación fue fluido, sin embargo, personal de la UAQ a cargo de la logística dificultó el trabajo de los reporteros a quienes a punta de codazos y empujones les alejaban del escenario que ocupaban los miembros del Consejo Universitario. Ni los de la prensa interna de la Alma Máter se salvaron de su prepotencia y hasta a los de casa mordieron.
Durante el recorrido, no se observó el despliegue de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal ni del Estado. Fueron los propios estudiantes quienes con chalecos fluorescentes y cintas amarillas fueron haciendo los cortes viales y compactando a la columna para evitar accidentes. Como pocas veces se ha visto, los automovilistas se comportaron a la altura y no se escuchó ni un solo claxonazo o insulto hacia la comunidad universitaria que salió a la defensa de su autonomía y de la sustentabilidad para las próximas generaciones.
FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ