Un grupo de intelectuales encabezado por Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, con una malicia digna de mejor causa, por cierto, promueven una nueva escalada mediática en contra el presidente López Obrador a través de una carta en la que le piden que posponga la realización de sus obras consentidas (Tren Maya, Dos Bocas y aeropuerto Felipe Ángeles) para que destine los recursos destinados a esos proyectos al combate contra el Coronavirus.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, informó apenas hace dos días a Ciro Gómez Leyva y a Joaquín López Dóriga que los recursos para la compra de vacunas y apoyo al sector salud en relación con el combate a la Covid-19 están asegurados.
Pero a los “neocientíficos” que están en la base de datos de Krauze o de Aguilar Camín, ese testimonio duro de Arturo Herrera no representa un elemento a considerar para ponderar siquiera su petición en contra de las obras simbólicas de AMLO.
La reaparición de los abajo firmantes ya muy manoseados en ese arte de cobijarse en las virtudes teologales del anonimato, como decía el maestro Carlos Monsiváis, con el humor ácido que le caracterizó siempre, ha sido por demás oportunista.
Titulada: “nuestro único gran proyecto debe ser salvar vidas”, la carta con 435 firmas enumera siete propuestas. Una de ellas es convocar al Consejo de Salubridad General para que, con base en lo planteado por los expertos, garantice y supervise una planificación y una aplicación rigurosas y transparentes de las prioridades, por sector, para la aplicación de las vacunas.
Además, propone publicar diariamente la progresión de la campaña de vacunación, con datos precisos, en una página abierta que el gobierno ponga al servicio de toda la población; hacer obligatorio el uso de cubrebocas en todas las dependencias federales y estatales, y desarrollar un plan de cuarentena y seguimiento de las personas que llegan a México desde países con altos números de contagios, así como pedir a pasajeros que vienen del extranjero certificados de resultados negativos a la prueba de Covid-19.
O sea que al parecer a los neocientíficos no les llegan ni las informaciones de Arturo Herrera y de Marcelo Ebrard con respecto al tema.
Ellos van a lo suyo.
Pegarle a López Obrador como un ejercicio de supervivencia mediática en un país agobiado, ciertamente, por crisis de salud y de economía.
La verdad, no se miden Krauze y Aguilar Camín a los que ya nadie toma en serio.
EN TIEMPO REAL.
1.- Muy desconcertados están los panistas de Nuevo León por las entrevistas del exgobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, a los candidatos del PRI tanto al gobierno del estado como a las alcaldías de la zona conurbada de Monterrey. Esos panistas neoleoneses están retrasados en información. Oliva y sus gentes como Alejandro Soto Látigo, hace años que funcionan para el mejor postor con su empresa especializada en el manejo de elecciones.
Mapachería le decían antes a esa práctica.
2.- El pavoroso caso de la mafia rumana que opera en Cancún está salpicando a políticos de las más diversas filiaciones. Ayer comentamos que el señor de las ligas René Bejarano, se desligó de esa asociación criminal. Por supuesto que nadie le tomó en serio ese deslinde. Y ahora sale a la luz el vínculo de la mafia rumana de Cancún con el PVEM de la entidad a través del diputado local José de la Peña Ruíz. Falta poco para que les llegue la lumbre a los aparejos al inenarrable Niño Verde Jorge González.
3.- Un grupo de intelectuales de Taxco, Guerrero, encabezados por la maestra Lorena Defossé, están enviando un mensaje al candidato de Morena al gobierno estatal Félix Salgado Macedonio, que considere un plan de apoyo especial para la celebración virtual de las jornadas alarconianas que están condicionadas por la pandemia del Covid-19.