El presidente chino Xi Jinping señaló que aprecia las recientes declaraciones de su homólogo estadounidense, Donald Trump, que enfatizó que su gobierno se adhiere a la política ‘de una sola China’.
Durante una llamada telefónica con el presidente Xi, Trump se comprometió a respetar la política de “una sola China”, luego que en anteriores ocasiones el mandatario estadunidense había puesto en duda si seguiría con esa política de Estado.
Trump había dicho que el estatus de Taiwán podía ser objeto de negociación, lo cual sería una ruptura con una política de larga data, ya que Estados Unidos tiene vínculos formales con China en lugar de con Taiwán, que Beijing considera una provincia separatista.
En la conversación, Xi remarcó que la política de una sola China es la base política entre ambas naciones y sostuvo que trabajará con Washington para mejorar la comunicación y la cooperación.
Xi y Trump acordaron este viernes fortalecer la cooperación mutuamente beneficiosa en materia de comercio y economía, inversión y asuntos internacionales.
Durante su primera conversación por teléfono tras la investidura de Trump, ambos mandatarios también estuvieron de acuerdo en mantener entre sí un contacto estrecho e intercambiar, de manera oportuna, puntos de visita sobre temas de interés compartido.
“El presidente Trump y el presidente Xi esperan sostener más conversaciones con resultados muy exitosos”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.
La llamada marcó un cambio importante en las relaciones chino-estadunidenses, que entró en un período de mayor incertidumbre después de que Trump asumió el cargo.
Xi, citado por la televisión estatal, sostuvo que esperaba trabajar con su homólogo de Estados Unidos para promover el desarrollo estable de las relaciones bilaterales.
Las relaciones entre ambas potencias entró en una fase crítica cuando Trump conversó con la mandataria de Taiwán, Tsai Ing-wen, la primera entre un presidente de Estados Unidos y un líder taiwanés desde que Beijing y Washington establecieron relaciones diplomáticas en 1979.
Los analistas sostienen que la llamada Trump-Xi, que tuvo lugar en la víspera de la visita oficial del primer ministro japonés, Shinzo Abe, a la Casa Blanca, estuvo dirigida a aliviar las tensiones con Beijing.