Preso de conciencia. Así define a Sergio Gerónimo Sánchez su esposa Irma Pérez, luego de serle declarada la formal prisión por motín agravado en relación con las protestas del desfile obrero del 1 de mayo de 2016. Entrevistada a las puertas del Tribunal Superior de Justicia, la también luchadora social dijo que no se configura ningún delito en la causa porque ellos ni siquiera pudieron acercarse al gobernador Francisco Domínguez.
Además, reveló, las camisetas y cachuchas –consideradas armas letales por la Fiscalía de Alejandro Ecehevarría- fueron repartidas por el sindicato oficial de la Sección XXIV del SNTE.
El grupo de Sergio Gerónimo pertenece al movimiento que está en contra de la reforma educativa, por considerarla lesiva para el país. Y es que, juzgan, el gobierno quiere educar para que en México haya mano de obra barata, eficiente y obediente.A la administración estatal, comentó Irma Pérez, le molesta la actitud crítica y el trabajo realizado por Sergio Gerónimo Sánchez en la zona indígena de Amealco para construir un proyecto integral de rescate cultural.
En la lucha social ha estado siempre, como cuando fue detenido, procesado y encarcelado tras los incidentes en la visita del presidente Ernesto Zedillo el 5 de febrero de 1998. Estuvo en prisión por casi seis años y durante tres más estuvo yendo a firmar al juzgado.Hoy está nuevamente en el Centro de Readaptación Social de San José El Alto, encerrado por otra administración panista.Ayer Irma Pérez, acompañada del escritor Julio Figueroa, montó guardia frente a la Casa de la Corregidora, con carteles, mantas y hasta ejemplares del periódico PLAZA DE ARMAS. Para trazar las acciones a favor de la libertad de Sergio Gerónimo Sánchez se reunirán diversas agrupaciones sociales este día.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN