Madrid, 4 May.- El sudafricano William Kentridge, uno de los artistas más completos e innovadores del panorama internacional, fue declarado ganador del Premio Princesa de Asturias de las Artes 2017.
El jurado encargado de la concesión del premio, reunido en Oviedo, norte de España, destacó que Kentridge ha expresado en su obra emociones y metáforas relacionadas con la historia y la realidad de su país, que trascienden, sin embargo, estas últimas, y plantean cuestiones esenciales de la condición humana.
Subrayó que el artista combina temas en que predomina la investigación puramente poética y estética con los de contenido sociopolítico.
Se trata, por tanto, subrayó, de un artista profundamente comprometido con la realidad.
Expuso que creador meticuloso y profundo, el premiado ha utilizado el dibujo, siguiendo la mejor tradición, como principal instrumento de expresión artística, a través no solo de las obras sobre papel, el collage, el grabado y la escultura, sino también del videoarte, las películas animadas, las instalaciones y la escenografía, tanto en teatro como en ópera.
En la última década ha recibido el reconocimiento de grandes museos como el Louvre y el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con exposiciones celebradas en ellos sobre el conjunto de su obra, que representa la contribución más destacada del continente africano a la creación artística contemporánea con proyección mundial.
William Kentridge nació el 28 de abril de 1955 en Johannesburgo (Sudáfrica). Sus padres ejercieron como abogados especializados en las víctimas del apartheid.
Estudió Ciencias Políticas y Estudios Africanos en la Universidad de Witwatersrand, donde se graduó en 1976 y posteriormente, se matriculó en Bellas Artes en la Fundación de Arte de Johannesburgo.
En los años ochenta se trasladó a París para estudiar teatro en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq y trabajó como director artístico en series de televisión, antes de comenzar a crear animaciones a partir de sus propios dibujos.
Desde los años noventa ha combinado la práctica del dibujo con el cine y el teatro, convirtiéndose en un artista multidisciplinar que ha cultivado, además, la escenografía, el collage, el grabado, la escultura y el videoarte.
Creador meticuloso y profundo, William Kentridge ha elegido el dibujo como vehículo expresivo de emociones y metáforas relacionadas con la historia y la realidad sociopolítica sudafricana.
Galardonado con el Kyoto Premium (Japón, 2010) y el Dan David Prize (Israel, 2012), Kentridge es miembro honorario de la Academia Americana de las Artes y las Letras y doctor honoris causa por las universidades de Yale (Estados Unidos) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
En 2013 fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras de Francia.
Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupo de personas o de instituciones en el ámbito internacional”.
Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de las Artes se concede a aquellos “cuya labor contribuya, de manera extraordinaria y a nivel internacional, al progreso y bienestar social a través del cultivo y perfeccionamiento de la cinematografía, el teatro, la danza, la música, la fotografía, la pintura, la escultura, la arquitectura y otras manifestaciones artísticas”.
En esta edición concurrían un total de 43 candidaturas procedentes 19 países.
Cada uno de los Premios Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón−, la cantidad en metálico de 50 mil euros, un diploma y una insignia. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo en un solemne acto presidido por los reyes de España.
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