SERENDIPIA
Sheinbaum y AMLO, contrastes del cambio
En la plancha del Zócalo se forma un pequeño remolino de mamás y abuelas que hacen fila para recoger cientos de nochebuenas, obsequio del nuevo gobierno local. Es domingo por la mañana, y mientras las señoras se llevan alegres las plantas, Claudia Sheinbaum llega al Palacio del Ayuntamiento en jeans, botines y un suéter negro.
Sin demasiado ruido, discreta y sobria, la jefa de Gobierno ha comenzado a hacer transformaciones profundas en el Gobierno de la CDMX.
Si al gobierno de Andrés Manuel López Obrador se le señala de no representar un cambio político auténtico porque replica los excesos y autoritarismos del pasado, incluida la decisión de perdonar la corrupción del régimen peñista, la siempre discreta Sheinbaum parece decidida a impulsar una transformación radical de la administración pública.
Los primeros pasos de Sheinbaum en el Gobierno de la CDMX son útiles para un ejercicio de contrastes entre la sacudida política que la llegada de AMLO a la Presidencia ha supuesto para el sistema político, y la forma en la que la jefa de Gobierno ha comenzado a exhibir y desmontar las estructuras de corrupción en la administración de la capital.
Mientras el presidente López Obrador se abstiene de citar nombres o implicados en la corrupción del régimen anterior, Sheinbaum ha emprendido una operación limpieza denunciando a los experredistas Miguel Ángel Vázquez y Antonio Paz, ambos subsecretarios de Capital Humano, de tener en la nómina a 50 familiares y amigos.
En los primeros días de gobierno Sheinbaum retiró a cerca de mil 400 policías que cuidaban a funcionarios y empresarios, y los regresó a la policía capitalina para cuidar a los ciudadanos. También eliminó más de mil 700 puestos de la alta burocracia que creció en la era de Miguel Mancera, y que representarán un ahorro de casi 2 mil millones de pesos.
En cuando al presupuesto de la ciudad, Sheinbaum ha comenzado a corregir los excesos de la administración pasada, que inició 2018 con un presupuesto aprobado de ingresos por 226 mil millones y terminó el año con 15 mil millones de pesos adicionales.
Pese a ello, el gobierno local no cuenta con fondos para cerrar el año, en vista de que el Gobierno anterior comprometió más presupuesto del que tenía. “No sólo no dejaron recursos, sino que nos están dejando deudas”, dijo ayer por la mañana en la conferencia de prensa en el mismo salón queLópez Obrador empleaba por las mañanas en el Palacio del Ayuntamiento.
Los ingresos están cerrando en 240 mil millones y los egresos estimados a partir de los compromisos ascienden a alrededor de dos mil millones de pesos más, cuando el jefe de Gobierno,José Ramón Amieva, había calculado un superávit de alrededor de 5 mil millones que supuestamente se invertirían en la reconstrucción de la ciudad.
En los próximos días, Sheinbaum hará más revelaciones sobre las irregularidades y excesos en la administración pasada.