Volvió la actividad, el movimiento, las prisas, el tráfico y la ilusión por el inicio de un nuevo ciclo escolar para 471 mil estudiantes de educación básica en el estado de Querétaro y 21 mil 400 docentes.
Desde temprano la calma matutina se vio alterada por el trajín para vestir el uniforme, llenar la mochilas con útiles, aunque sin los libros de textos, cuya gratuidad no ha estado exenta de la polémica, un cambio que ha generado resistencia para unos y aceptación para otros, en especial de los maestros quienes han visto en estos nuevos textos una actualización hacia temas presentes.
Durante un recorrido por varios planteles de la ciudad de Querétaro al platicar con los padres de familia afirmaron que la primera responsabilidad en la educación de sus hijos es de ellos y los maestros, los libros señalaron, son sólo una herramienta, un complemento para una buena formación académica.
“La responsabilidad de educar a los niños es nuestra, independientemente del contenido de los libros, los cuales aún no conozco, pero que seguro revisaré, para poder decir si son buenos o no y adecuarlos a los valores de mi casa”, dijo la señora Alma García, cuyo hijo cursa el segundo de primaria.
Las voces disidentes no se agolpaban una tras otras, la paciencia fue lo que reinó en la mayoría de los testimonios recabados.
“Antes que criticar quiero verlos, pero hay que esperar a que nos los entreguen”, dijo de prisa el señor Daniel, quien desde su auto apuraba a su hijo para entrar al Colegio Oriente Arboledas al tiempo que le daba una bendición y apresuraba un beso acompañado de la frase: “Aprende mucho y disfruta la escuela”.
En la Primaria 21 de marzo, una de las más reconocidas del sistema educativo en la capital queretana, los padres hacían fila para recoger a sus hijos y esperar noticias sobre los libros de texto, ya que mientras Leticia Ramírez, titular de la SEP, en la conferencia mañanera había declarado que seis estados aún no repartían los libros, entre ellos Querétaro, horas más tarde el gobernador mauricio Kuri afirmaba que ya se estaban repartiendo.
“Es el primer año de mi hija, entró a primero de primaria y aún no se los han entregado, pero no hay que entrar en especulaciones, también es importante que los maestros expliquen los contenidos, que no dejen a los niños para que ellos interpreten lo que viene ahí”, compartió la señora Hilda Núñez, abuela de uno de los 435 alumnos que conforman la matrícula del plantel ubicado en la calle 20 de Noviembre, en la colonia San Francisquito.
La señora Guadalupe Malagón, mientras esperaba la salida de su nieta, comentó que la responsabilidad de educación es de los padres y señaló con claridad que lo que sucede más allá de la tinta y el papel, es más preocupante.
“Ven cosas más graves y riesgosas en las calles, en sus casas o en el Internet; no debemos dejar toda la responsabilidad a los libros o a los maestros; esto nos obliga a estar más pendientes de la educación de los hijos y los nietos. Hay que estar más al pendiente, lo bueno es que muchos papás van a estar ahora sí más atentos a lo que estudian y hacen sus hijos”, destacó con apertura la señora Malagón.
Los docentes avalan la actualización de los contenidos
Erika Alejandra Guzmán Salinas, quien desde hace ocho años es la directora de la Primaria 21 de marzo, compartió que aún no se han repartido los libros, que ya cuentan con ellos y que están en espera de que se autorice su distribución. Al hablar de los contenidos destacó la evolución hacia una nueva educación, la cual dijo necesitaba ya de una actualización.
“Estamos muy entusiasmados de recibir a los estudiantes, con nuevas adaptaciones y retos; como servidora pública le puedo decir que los libros están bien, muy adecuados al plan de estudio. No olvidemos que los libros de texto son un apoyo extra, y como docentes nos debemos enfocar en los planes de estudio, con los procesos de desarrollo y aprendizaje y lo que veo es que vienen muy bien estructurados”, refirió la maestra Guzmán Salinas.
Sobre el planteamiento de la nueva escuela mexicana, la directora subrayó que en los textos se propone un trabajo con cuatro metodologías, las cuales vienen del principio al final con las fases bien marcadas.
“En esta ocasión se plantean problemas, soluciones, hipótesis y resoluciones; es algo nuevo, aún nos estamos adentrando, pero me parece que los conceptos y temas sociales que se tocan no podemos ocultar o quitar de la vista y junto a los padres de familia formar un trabajo colectivo para no distorsionar la información y formar a los alumnos, pero la actualización de temas es necesaria, acorde al Siglo XXI”, comentó.
La directora Guzmán Salinas explicó que ya sólo es cuestión de que se autorice la repartición de los libros, los cuales ya tienen desde antes de salir de vacaciones.
“A nosotros nos llegaron los libros de texto el 24 de julio, antes de que saliéramos de vacaciones; ya los tenemos, pero vía estructura estamos en espera del nuevo aviso para hacerlo oficial”, mencionó.
Todo cambio genera resistencia, pero los niños no están solos, por lo que el equipo que viene desde la casa es fundamental, ya que no toda la responsabilidad educativa proviene de los libros y los maestros.
La maestra Blanca Ivone Aguilera, destacó que la actualización de la metodología puede ser favorable para los niños.
“Es una mirada distinta, la novedad nos hace que investiguemos y nos preparemos más, y puede ser muy favorecedor para los niños, para una educación más integral, un aprendizaje más crítico y más constructivo”, destacó la maestra de cuarto grado, sobre un mundo que evoluciona y la educación y los libros evolucionan con él.Al final el tema que se escucha en el presente es sobre los libros de texto, una nueva conversación que ha dejado atrás los tiempos de pandemia, información que inundaba hace dos años al mundo.
“Eran los tiempos del cubrebocas, ahora no nos cubramos los ojos, revisemos y después opinemos”, finalizó el señor Octavio Frías, padre de un chico de quinto grado.