Capitalinos que se tomaron el puente para visitar alguna ciudad del Bajío, tuvieron que aguantar varias horas de tránsito para llegar a la zona metropolitana desde la peligrosa Autopista México-Querétaro. El llamado Puente de la Revolución inició el viernes a la par de El Buen Fin, lo que saturó centros comerciales, hoteles, bares y restaurantes. Pero ayer se acabó la fiesta y las carreteras