Gustavo Borges
Aunque es reconocido como una de las voces principales de la literatura en idioma español, el mexicano Jorge Volpi es un novelista aterrado por la oscuridad del día a día de su país, la cual relata en su libro más reciente: “Partes de guerra”.
“No veo ninguna luz y el escenario es pesimista porque no hay voluntad del Gobierno ni de la oposición de cambiar las cosas en lo que respecta a la Justicia”, aseguró Volpi en entrevista con Efe.
La obra, editada por el sello Alfaguara, es un “thriller” policíaco a partir del asesinato en la frontera sur de México de una niña de 12 años, que un grupo de investigadores analiza para estudiar el comportamiento de la mente humana en casos de violencia.
Volpi reconoce que el libro le permitió hacer coincidir su interés por la neurociencia, que le ha llevado a escribir algunos de sus volúmenes anteriores, y su curiosidad por entender qué lleva a un adolescente a matar a otros de su edad.
“Hace mucho quería hacer una novela en la que los protagonistas fueron neurocientíficos. Y, del otro lado, me estaba interesando, intrigando, el tema terrible de los niños y adolescentes capaces de matar. No es un fenómeno solo de México, pasa en todas partes; hay casos famosos en Gran Bretaña y Estados Unidos. Quise unir esas dos historias en esta novela”, señaló.
Para el autor, Premio Alfaguara del 2018 por “Una novela criminal”, es terrible que la violencia sea tan grande en México que ya dejaron de contarse detalladamente los muertos, lo cual se hacía en 2006, hasta que se disparó el número de asesinatos.
“Al inicio de la llamada guerra contra el narco contábamos los muertos, hubo 25, 30, 72 ó 43. Ahora ni siquiera eso, primero los convertimos en números casi irrelevantes. (…) Es una situación de normalización absoluta”, lamentó.
INFANCIA TRAUMÁTICA Y DECEPCIÓN
“Partes de guerra” se pregunta sobre los traumas que debe experimentar un niño para convertirse en asesino y acepta que muchas veces los verdugos solo son víctimas en un país sin esperanza, en el cual el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no cambió nada.
“Es descorazonador que muchas de las promesas e ilusiones que imaginamos los votantes en el cambio con López Obrador no se hayan verificado y una de las más claras tiene que ver con sistema de Justicia, que es más bien un sistema de injusticia y no se ve ningún impulso para cambiarlo”, observó.
Volpi escribió “Partes de guerra” casi de un tirón. Aislado por la pandemia, solo necesitó unos meses para contar la historia, que es de ficción, aunque se parece a las del día a día de México.
“El sentido del libro es analizar los factores genéticos, neurológicos, siquiátricos, los factores ambientales y la violencia, hacia los migrantes, del crimen organizado, del estado, la intrafamiliar, de género y en las redes sociales. Todo eso determina estos hechos terribles”, explica.
La obra hace guiños a temas de la vida diaria, como la mentira, el amor visto desde la carencia y la falta de seriedad en algún tipo de periodismo, como el del personaje Mimí Barajas, una presentadora de televisión mal preparada y con afán de protagonismo.
“Con Mimí está retratada la manera en que los medios instrumentalizan, comercializan, criminalizan y les importa más el ‘rating’ (índice de audiencia). El periodismo de investigación, tan necesario y urgente en un país como este, está acotado, amenazado y en cambio prolifera lo banal o con intenciones políticas”, opina.
En su libro de ensayo “Examen de mi padre”, editado por Alfaguara en 2016, Volpi se refirió a lo preciado que es el silencio en la sociedad actual, en particular en el ruidoso México.
Volpi cree que, además de la falta de luz en un país donde matan por racimos a mujeres como la niña de su novela, sin que el Gobierno se inmute, la ausencia de silencio va más allá del irrespeto de los inciviles.
“Hay un ruido ambiente de muchos tipos, de las redes sociales, de la polarización, de la violencia”, lamenta.