Sergio Arturo Venegas Ramírez, enviado
Ciudad del Vaticano.- El Papa León XIV, al regresar de Genezzano, se detuvo en la Basílica de Santa María la Mayor para rendir homenaje a su predecesor. Unos momentos, solos, en silencio y el regalo de una rosa blanca colocada sobre el mármol con la inscripción grabada “Franciscus”. Oración también ante la Salus Populi Romani y saludo a centenares de personas, en la Basílica para visitar la tumba y rezar el Rosario, tomadas totalmente por sorpresa por la llegada del recién elegido Papa.
El Vaticano informó en un comunicado que el primer gesto fue arrodillarse y colocar una rosa blanca –la inevitable rosa blanca, en memoria de Santa Teresita– sobre el mármol donde está grabada la palabra Franciscus . El Papa León XIV, después de su excursión a Genazzano donde por la tarde rezó en el santuario de la Madre del Buen Consejo, no regresó al Vaticano sino que prolongó su viaje hasta la Basílica de Santa María la Mayor para rendir homenaje a su predecesor Francisco.