La Presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que en México no ocurrirá un viraje político hacia la derecha, como el registrado en las elecciones de Chile.
Al ser cuestionada sobre el triunfo de la ultraderecha chilena en los comicios del fin de semana, la Mandataria planteó que ese resultado obliga a una reflexión de los movimientos progresistas en América Latina, sin que ello implique un escenario similar para el País.
“Yo creo que esto no se va a dar en México, porque, número uno, hay mucho apoyo popular al Gobierno porque estamos cumpliendo y no hemos traicionado lo que nos comprometimos”, afirmó.
Sheinbaum consideró que un elemento clave para evitar un giro político es la cohesión interna del movimiento que encabeza.
“Aquí buscamos siempre la unidad de nuestro movimiento y dar resultados, honestidad y resultados, y nunca abandonar lo que nos comprometimos y la visión de que el Gobierno está para servir al pueblo”, dijo.
Advirtió que el caso chileno debe analizarse en su propio contexto, al tratarse de una decisión tomada en las urnas por la ciudadanía de ese país.
“En el caso de Chile fue una votación democrática, eligió el pueblo de Chile quién quiere que lo gobierne”, expresó.
La Jefa del Ejecutivo consideró que, a diferencia de otros procesos políticos en la región, su Administración cuenta con resultados concretos que han fortalecido el respaldo ciudadano.
Aseguró que la reducción de la pobreza y de las desigualdades ha sido un factor central para mantener el apoyo social a la transformación en marcha.
“Hay resultados, la disminución de la pobreza, de las desigualdades, y la mayoría de las y los mexicanos está de acuerdo con la transformación que está viviendo nuestro País”, sostuvo.
En Chile, José Antonio Kast, candidato de la extrema derecha, ganó la segunda vuelta presidencial y asumirá el poder el 11 de marzo, tras imponerse con 58 por ciento de los votos frente a la candidata de la coalición de izquierda, Jeannette Jara, de acuerdo con el conteo oficial del servicio electoral.
El triunfo de quien fuera simpatizante de Pinochet se dio en un contexto marcado por la preocupación ciudadana por la inseguridad y el bajo crecimiento económico, temas que encabezaron las inquietudes del electorado chileno, según encuestas previas a la elección.





