Las primeras lluvias del año no han causado afectaciones graves en las iglesias de la Diócesis de Querétaro, informó el vocero Martín Lara Becerril. Sin embargo, tres templos religiosos se encuentran bajo una vigilancia especial debido a problemas previos relacionados con la humedad y estructuras comprometidas.
“El tema de las emergencias: gracias a Dios, ya llegaron las lluvias. Para la lluvia nosotros siempre preparamos en nuestras iglesias con el aseo de las azoteas, la limpieza de canaletas, que es lo que normalmente presenta más dificultades y humedades. Sobre la humedad del subsuelo, aquí sabemos que en la zona urbana, en la zona de Querétaro, siempre es una realidad permanente”, señaló Lara Becerril.
Agregó que, en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se ha aprendido a manejar esta situación mediante respiraderos y un aseo permanente.
Hasta el momento, aseguró que no se han reportado daños directos por las lluvias recientes. No obstante, el vocero destacó que tres iglesias presentan condiciones que ameritan atención especial: la de La Cañada, afectada por una grieta relacionada con la humedad; la de Tancoyol, que también presenta una grieta de mayor severidad; y el templo de Las Teresitas, donde persisten problemas de humedad en el coro alto.
“Podemos decir que están en riesgo, pero están bajo vigilancia”, afirmó Lara Becerril, quien también subrayó que estas intervenciones se realizan en coordinación con el INAH, los municipios correspondientes y el Gobierno del Estado. En el caso específico de Las Teresitas, recordó que los trabajos han sido constantes durante varios años debido a las filtraciones persistentes.
El resto de las iglesias de la Diócesis mantiene una atención ordinaria ante el inicio de la temporada de lluvias. Según el vocero, las acciones preventivas continuarán conforme avance el temporal, con un énfasis en la conservación de los inmuebles históricos y el resguardo de las comunidades que los habitan.







