La pequeña mansión en la que perdió la vida Matthew Perry, ubicada en el barrio Pacific Palisades, en Los Ángeles, California, se vendió por 8.55 millones de dólares, casi un año después de la muerte del actor.
De acuerdo con The New York Times, la casa de mediados de siglo, de cuatro dormitorios y 320 metros cuadrados, se vendió a Anita Verma-Lallian, una productora de cine y desarrolladora inmobiliaria de Arizona.
La empresaria tiene la intención de usar la propiedad, que Perry compró originalmente en 2020 por seis millones de dólares, como residencia para sus vacaciones, dijo su representante. Verma-Lallian compró la casa a través de un fideicomiso.
Perry fue encontrado inconsciente en el jacuzzi del patio trasero de esta residencia, en octubre de 2023. Si bien su muerte a los 54 años se clasificó inicialmente como ahogamiento, una autopsia reveló que el nivel de ketamina en su sangre era aproximadamente el mismo que se usaría durante una anestesia general.
En agosto pasado, el asistente personal de Perry, dos médicos y dos presuntos traficantes de drogas fueron acusados de haberle proporcionado al actor la ketamina que eventualmente provocó su muerte.
Los fiscales federales encargados del caso alegan que los acusados se aprovecharon de la adicción de Perry para enriquecerse.