Djokovic convirtió a uno de los grandes del deporte en otro rival superado más, y lo sacó tanto del partido que anuló sus famosas derechas.
Con una actuación considerablemente dominante y libre de errores que arrojó un resultado sorprendentemente desigual, el número 1 del mundo arrolló el domingo a Nadal por 6-3, 6-2, 6-3 e hizo historia al ganar su séptimo Abierto de Australia. El título fue el tercero de Grand Slam consecutivo para Djokovic, que acumula 15 en su palmarés.
“Un nivel de tenis increíble”, reconoció Nadal tras el partido.
Tras ceder apenas cuatro games en la Semifinal, Djokovic habló sobre estar en la zona. Claramente, no ha salido de ella, con 34 golpes ganadores y sólo nueve errores no forzados el domingo.
Y esto contra un rival que no era fácil: Nadal está en el número dos de la ATP, tiene 17 majors en su poder y no había cedido ni un solo set en todo el torneo.
Pero Djokovic hizo que Nadal se lamentara, apretara los dientes o golpeara las cuerdas de su raqueta, incapaz de competir.
“Esta noche no fue mi noche”, dijo el tenista español.
Djokovic rompió su empate con Roger Federer y Roy Emerson como el tenista más laureado en Australia. Y superó a Pete Sampras como el tercero con más Grand Slam: por delante solo tiene a Federer, con 20, y a Nadal.
“A veces este torneo ha sido complicado para mí en términos de lesiones”, apuntó Nadal, que tiene una foja de 1-4 en finales en Melbourne Park.
“Y otras veces, en términos de rivales, como esta noche”.
El serbio, de 31 años, vuelve a estar en la élite del tenis. Además, la brecha entre él y el resto va en aumento.
“Estoy intentando contemplar mi camino en los 12 últimos meses”, señaló Djokovic, mencionando lo que calificó como una lesión bastante grave.
“Estar aquí y ahora frente a ustedes hoy y haber podido ganar este título y tres de cuatro de (Grand) Slams es verdaderamente sorprendente”, agregó el serbio.
“No tengo palabras”.
Nadal también ha tenido que sobreponerse a sus problemas de salud. El año pasado se retiró en Cuartos de Final de Australia y en la Semifinal del Abierto de Estados Unidos por problemas en su pierna derecha, al final de la temporada se sometió a una operación en el tobillo derecho y, hasta que regresó a las canchas de Melbourne, llevaba cuatro meses sin competir.
“Para mí es muy importante estar donde estoy hoy, de regreso tras una lesión, y es una buena inspiración para lo que está por llegar”, dijo Nadal.
“Voy a seguir luchando duro para ser un mejor jugador”.
Djokovic y Nadal se conocen a la perfección. Esta era su enfrentamiento 53 -más que ninguna otra pareja de tenistas en la era profesional- y el 15 en uno de los cuatro majors, de los cuales ocho fueron en Finales.
Djokovic convirtió a uno de los grandes del deporte en otro rival superado más, y lo sacó tanto del partido que anuló sus famosas derechas.
Con una actuación considerablemente dominante y libre de errores que arrojó un resultado sorprendentemente desigual, el número 1 del mundo arrolló el domingo a Nadal por 6-3, 6-2, 6-3 e hizo historia al ganar su séptimo Abierto de Australia. El título fue el tercero de Grand Slam consecutivo para Djokovic, que acumula 15 en su palmarés.
“Un nivel de tenis increíble”, reconoció Nadal tras el partido.
Tras ceder apenas cuatro games en la Semifinal, Djokovic habló sobre estar en la zona. Claramente, no ha salido de ella, con 34 golpes ganadores y sólo nueve errores no forzados el domingo.
Y esto contra un rival que no era fácil: Nadal está en el número dos de la ATP, tiene 17 majors en su poder y no había cedido ni un solo set en todo el torneo.
Pero Djokovic hizo que Nadal se lamentara, apretara los dientes o golpeara las cuerdas de su raqueta, incapaz de competir.
“Esta noche no fue mi noche”, dijo el tenista español.
Djokovic rompió su empate con Roger Federer y Roy Emerson como el tenista más laureado en Australia. Y superó a Pete Sampras como el tercero con más Grand Slam: por delante solo tiene a Federer, con 20, y a Nadal.
“A veces este torneo ha sido complicado para mí en términos de lesiones”, apuntó Nadal, que tiene una foja de 1-4 en finales en Melbourne Park.
“Y otras veces, en términos de rivales, como esta noche”.
El serbio, de 31 años, vuelve a estar en la élite del tenis. Además, la brecha entre él y el resto va en aumento.
“Estoy intentando contemplar mi camino en los 12 últimos meses”, señaló Djokovic, mencionando lo que calificó como una lesión bastante grave.
“Estar aquí y ahora frente a ustedes hoy y haber podido ganar este título y tres de cuatro de (Grand) Slams es verdaderamente sorprendente”, agregó el serbio.
“No tengo palabras”.
Nadal también ha tenido que sobreponerse a sus problemas de salud. El año pasado se retiró en Cuartos de Final de Australia y en la Semifinal del Abierto de Estados Unidos por problemas en su pierna derecha, al final de la temporada se sometió a una operación en el tobillo derecho y, hasta que regresó a las canchas de Melbourne, llevaba cuatro meses sin competir.
“Para mí es muy importante estar donde estoy hoy, de regreso tras una lesión, y es una buena inspiración para lo que está por llegar”, dijo Nadal.
“Voy a seguir luchando duro para ser un mejor jugador”.
Djokovic y Nadal se conocen a la perfección. Esta era su enfrentamiento 53 -más que ninguna otra pareja de tenistas en la era profesional- y el 15 en uno de los cuatro majors, de los cuales ocho fueron en Finales.