Amigos y familiares velan a Camila, la niña de 8 años que fue secuestrada y asesinada en Taxco, Guerrero.
El último adiós a la menor se realiza en el Velatorio Ángeles, que se encuentra en el Barrio de Fundiciones.
Dicho velatorio se encuentra adornado con globos blancos, además de que hay varias pancartas donde se exige justicia a las autoridades por el asesinato de la niña 8 años de edad.
La Fiscalía de Guerrero detalló que investiga el secuestro y asesinato de la niña Camila “N”, registrado en el municipio de Taxco de Alarcón.
La autoridad de Guerrero informó este jueves que se abrió una investigación por el delito de feminicidio contra la menor de ocho años de edad, y confirmó que aún no existen órdenes de aprehensión por el caso.
Con la integración de la carpeta y los datos recabados, esta institución se encuentra en espera de que un Juez de Control libere las órdenes de aprehensión en contra de los presuntos responsables”, informó la FGE.
En el mismo comunicado informó que inició una investigación por el delito de homicidio calificado y lesiones en contra de Ana “N” y dos hombres, quienes fueron golpeados por personas enardecidas por la falta de respuesta de las autoridades.
La tarde del jueves se llevaron a cabo protestas de organizaciones feministas y ciudadanos en los municipios de Iguala y Taxco para exigir justicia. En este último municipio la marcha partió cerca del sitio en donde se vio por última vez a la menor, y donde fueron golpeados los presuntos responsables.
Con pancartas y globos blancos los manifestantes caminaron hasta la catedral de Santa Prisca, en donde llevaron a cabo un mitin al exterior para exigir que se haga justicia por el asesinato de la menor.
Este jueves, el secuestro y posterior asesinato de la niña de 8 años en la ciudad de Taxco de Alarcón, provocó protestas de la población y un linchamiento que derivó en la muerte de una mujer, golpeada junto con dos hombres, por ser señalados como los presuntos responsables.
La última vez que se vio a la niña Camila Gómez Ortega, de 8 años, fue el miércoles por la tarde, cuando salió de su casa para acudir a la de una amiga a jugar. Horas más tarde su familia recibió llamadas de extorsión exigiéndoles 250 mil pesos para liberarla.
La inacción de las autoridades provocó que las personas actuaran por cuenta propia, ante la mirada de agentes de la policía Municipal, Guardia Nacional y Ejército mexicano.