ANA MARÍA ARIAS
Al agradecer su nombramiento como X Obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza -actual Obispo de San Andrés Tuxtla, Veracruz- reconoció las crisis sanitaria, económica y sociocultural como los tres grandes problemas por atender y para enfrentarlas llamó a la comunidad a unirse y hacer camino juntos . En su primera declaración al periódico PLAZA DE ARMAS, el nuevo pastor de la grey católica, designado por el Papa Francisco la mañana del sábado tiempo de Roma, dijo que para su toma de posesión, que podría ser hasta el 12 de noviembre o antes, se pondrá de acuerdo con el administrador diocesano Mario de Gasperín y con el Obispo de Veracruz Carlos Briseño Arch.
A sus 70 años de edad, López Plaza, oriundo de San José Iturbide, Guanajuato y formado en el Seminario Conciliar de Querétaro y en la Universidad Autónoma de Querétaro-ocupará la vacante que dejó don Faustino Armendáriz el 19 de noviembre del año pasado al asumir como Arzobispo de Durango.
La decisión del Papa Francisco a favor del Obispo Fidencio causó gran alegría entre los fieles queretanos por el cariño ganado como párroco de las iglesias de Menchaca y de Pentescotés en Palmas, a la que sirvió hasta hace cinco años años al ser elevado a Obispo de San Andrés Tuxtla.
Sin ocultar su sorpresa y júbilo por regresar a casa, Fidencio López Plaza habló muy temprano el sábado a este periódico. Estas fueron sus pr imeras palabras: “Quiero agradecer a la Diócesis de Querétaro y decirles que los obispos estamos en las manos de Dios para obedecer al Papa, quien me ha pedido ir a Querétaro y voy a obedecer. La Diócesis de Querétaro al igual que la sociedad en general tiene actualmente tres grandes problemas por atender. La crisis sanitaria, la más apremiante, ya está llegando a su pico, sin desconocer la gravedad, concluirá en algún momento; la crisis económica a la que no se le ve cuando pueda aminorar y la crisis sociocultural que está polarizando a la comunidad y hasta a las familias. Yo creo que para enfrentar estas crisis nos debemos unir y hacer camino juntos”.
Igualmente advirtió el nuevo pastor de los católicos queretanos: “Todavía no sé la fecha en que llegaré a Querétaro, las normas dicen que tenemos dos meses a partir de que se nos informa, así que tengo hasta el 12 de noviembre para hacerlo. Depende de los acuerdos a los que llegue con el Obispo Mario de Gasperín y con el Obsipo de Veracruz y darme tiempo de sacar los muchos pendientes que tengo porque esta noticia me toma por sorpresa. Anticipo que será en una ceremonia sencilla, primero porque debemos evitar reuniones de mucha gente para cuidar su salud y segundo porque no debemos gastar dinero”.
Finalmente apuntó: “Mi primera reacción es de miedo, pero tengo confianza en Dios. Querétaro sigue siendo un desafío”.