Detrás de la propuesta de reforma electoral promovida por el presidente López Obrador, se advierte el propósito de sujetar a los órganos electorales bajo la influencia de Morena, indicó el ex gobernador Enrique Burgos García al considerar de vanguardia el manifiesto del Episcopado Mexicano en contra de la iniciativa y como indispensable la alianza de la oposición en los comicios del 2024.
Yo creo que el proceso electoral no debe partidizarse ni sujetarse a la influencia de un movimiento, porque perdería credibilidad.
Entrevistado en exclusiva por PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, a un año de iniciar el proceso electoral del 2024, el también ex senador, ex diputado federal y ex presidente municipal sanjuanense, observó como la mejor alternativa de la oposición ir en conjunto.
Burgos García habló también de los dos grandes retos de su partido en los comicios del 2023 para conservar dos de sus últimos bastiones: el Estado de México, que es “un estado de ánimo para todos los priistas del país” y Coahuila, en donde no deben confiarse y pensar que se ganará fácilmente, cuando va a ser altamente competido con Morena.
En su opinión y sobre todo si avanza el plan presidencial de que se privilegie el voto a favor de los partidos más que por los candidatos, es necesario cuidar las propuestas y buscar las mejores opciones entre los jóvenes y las mujeres militantes del Revolucionario Institucional.
GRANDES RETOS DEL PRI
PLAZA DE ARMAS. Enrique, el PRI tiene dos grandes retos el año próximo en la defensa de dos de sus últimos bastiones, Estado de México y Coahuila.
ENRIQUE BURGOS GARCÍA. Creo que primeramente debemos ser objetivos y muy realistas. No basta un buen deseo o intención, debemos tener los pies en la tierra. La objetividad obliga, el conocer la realidad doblemente obliga, porque obviamente el movimiento Morena como una vertiente política importante existe y cobró un espacio en los ámbitos de gobierno que nos advierte de qué tamaño será la próxima contienda electoral. No caer en la ingenuidad de decir la vamos a ganar fácilmente, cuando va a ser altamente competido.
PDA. ¿Y qué harán frente a ese reto?
BURGOS. El PRI, al que pertenezco y en el que he militado siempre, requiere atender dos condiciones; buscar los mejores candidatos. mujeres y hombres, que los hay. Tenemos gente muy valiosa, jóvenes y otros no tan jóvenes, gente creíble, pero que el partido sea creíble también. Estas propuestas de reforma constitucional que ha formulado el presidente de la República, por lo menos en una primera lectura habla de listas, no de candidatos de mayoría como lo vimos en muchas elecciones. Esto significa que el partido va a tener mucha importancia en el posicionamiento de sus posibles candidatos, porque el voto va a ser en gran medida por el partido más que por el candidato. ¿Esto a qué nos lleva? A que no solo se busquen buenos candidatos sino el fortalecimiento del partido, la credibilidad en el PRI. ¿Cómo recuperarla? Yo creo que con posiciones viables, creíbles, con tesis que correspondan a la realidad de nuestros días. ¿Cuáles son los problemas que percibe la sociedad? Problemas de seguridad en primer lugar. El número de secuestros y de homicidios es verdaderamente fuera de lugar. La oportunidad está también en que proponga tesis en materia económica, en materia financiera, que se puedan traducir en oportunidades de trabajo para la gente, para lo jóvenes y los jefes de familia, que haya oportunidad de financiamiento para vivienda, acceso al transporte público. Es decir, una propuesta del PRI para que el elector se fije no solamente en los candidatos, sino en el partido, dado que, si la reforma va adelante y hay elecciones por listas y no por personas, obliga a una recapitulación. El PRI tiene que salir ya con propuestas, con tesis, con credibilidad y con congruencia, que lo hagan viable ante los ojos del elector.
LO MEJOR,
LA ALIANZA
PDA. Morena tiene ya sus candidatos a la Presidencia, corcholatas le ha llamado, mientras en el PRI no se ve claramente una figura competitiva.
BURGOS. No, no se vislumbra una figura definitoria.
Hubo en las semanas anteriores lo que algunos llaman pasarela con la participación de hombres y mujeres del partido abordando distintos temas. Hubo intervenciones muy interesantes, como las de Claudia Ruiz Massieu, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y José Ángel Gurría. Todos tenía algo. Pero es necesario el doble enfoque: con qué personas vamos a ir, pero también que te dice el partido, porque éste –como se hace en otros países de Europa- será el que se posicione. Por lo tanto debe ser un partido con tesis, posiciones, credibilidad y presencia. En otro tiempo quizá no nos fijábamos tanto en el partido sino en la persona. ¿Quién es, qué me dice? Y eso te inclinaba. Hoy son las dos cosas, por lo tanto el PRI debe entrar ya en un proceso muy rápido pues estamos a un año de que se abra el proceso electoral y esto implica que debe haber prontitud para posicionar al PRI.
PDA. Y se advierte que ningún partido solo le podría ganar a Morena y no se tiene segura la alianza opositora.
BURGOS. Ojalá que vaya la alianza, porque veíamos en la encuesta de Mitofski el ejercicio hipotético de ir cada partido por su lado y la verdad está muy cuesta arriba. La mejor alternativa es ir en conjunto y que haya la capacidad de definir en qué estados hay mejor posicionamiento de los partidos.
PDA. En relación a la reforma electoral, ya el Episcopado Mexicano se pronunció abiertamente en contra.
BURGOS. Yo no recuerdo una posición tan clara. Es una expresión de vanguardia porque son de los primeros que se manifiestan.
Yo creo que esta propuesta de reforma habrá que analizarla y trabajarla mucho. Porque este planteamiento para la integración del Congreso general, la integración de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por voto popular parecería sonar bien, de entrada, pero tiene sus bemoles, porque si un movimiento partidista es fuerte y elige magistrados o integrantes del Consejo General, establece compromisos con ese partido y le haría perder credibilidad.
Yo creo que el proceso electoral no debe partidizarse ni sujetarse a la influencia de un movimiento.