Ni saludo ni mirada compartieron el Presidente López Obrador y el presidente del INE, Lorenzo Córdova, en la ceremonia del aniversario de la promulgación de la Constitución.
AMLO insistió en la reforma electoral para que no haya consejeros “empleados del Presidente o de los partidos”.
Córdova advirtió que si es una reforma regresiva no vale la pena.
Lopez Obrador aseveró que la reforma es para desterrar los fraudes y conseguir autoridades verdaderamente independientes.
“Que tengamos jueces, autoridades, imparciales en lo electoral, que no haya fraudes, que las elecciones sean limpias que sean libres, como lo pedía el Presidente Madero, apóstol de la democracia, no consejeros, magistrados empleados del Presidente o de los partidos, sino autoridades verdaderamente independientes, de inobjetable honestidad con voluntad y vocación democrática”, sostuvo el Mandatario.
Reconoció que su propuesta es discutible, pero pidió a los legisladores ponerse de acuerdo y seguir ejemplos incluso de América Latina, como el sistema electoral de Costa Rica donde, afirmó, no conocen de compra de voto y hay “un poder verdaderamente independiente”.
López Obrador hizo un recuento histórico de la Constitución promulgada el 5 de febrero de 1917 hasta acabar con su Gobierno que, aseguró, no buscó confrontarse con la creación de otra Constitución, pero dijo que aún esperan lograr tres reformas: la electoral, la eléctrica y la de la Guardia Nacional para que dependa de la Sedena.
La celebración se llevó a cabo en el Teatro de la República, con Gobernadores e integrantes del Gabinete federal en el presidium y con el presidente del INE en el centro de la cuarta fila.
En la segunda ronda de aplausos al Presidente, incluso Córdova no participó y, una vez que el tabasqueño se retiró, aceptó responder sobre si hace falta una reforma electoral.
“Si es una reforma para perder todo lo que hemos avanzado en términos de equidad de la contienda, respeto a los derechos políticos de las y los ciudadanos, autonomía e independencia de las autoridades electorales, pues no vale la pena”, sentenció.
“Creo que el cambio constitucional debe ser para ir mejorando y fortaleciendo el sistema democrático. Entiendo que hay muchos que a estos no les gusta y quieren, han planteado una serie de regresiones, que afectarían la representación de la pluralidad política de nuestra sociedad, que afectarían las condiciones de equidad en la contienda, que afectaría la independencia de las autoridades. Entiendo que esas han sido propuestas y se vale discutir eso en un sistema democrático”. A pesar de todo, el presidente del INE reconoció que hasta ahora no hay formalmente ninguna propuesta sobre el tema, pero señaló que no es válida la aspiración al sistema electoral de Costa Rica, pues son otros contextos.
“El tribunal de Costa Rica electoral le sirve a los costarricenses. Los costarricenses tienen una enorme tradición de confianza en torno a las reglas electorales, en México se ha construido con la desconfianza”, reprochó.
“El Presidente de la República, cuando era opositor era uno de los actores políticos con la lógica de la desconfianza, siempre clamó para modificar las reglas electorales, si tuviéramos el sistema electoral de Costa Rica y lo importáramos así sin más no funcionaría para un país tan complejo y con una realidad tan distinta como la nuestra”.
Hasta el sábadso, López Obrador y Córdova no habían coincidido en ningún evento público y se habían relacionado más bien por sus críticas y respuestas mutuas. Córdova reconoció que existen diferencias, pero normales. Expresó que no le dio importancia al lugar que ocupó ni a la falta de saludo en las dos ocasiones en que el Presidente entró y salió a unos seis lugares de distancia repartiendo apretones.
“Estoy colocado en platea, en primera fila, no especulen, estoy muy contento y respetuoso de venir acá”, añadió.