Erika P. Bucio
En su libro Del indigenismo al humanismo (Trajín Literario), el poeta náhuatl Natalio Hernández (Veracruz, 1947) apela a un cambio en la política del Estado mexicano para la atención de los pueblos indígenas para trascender hacia el humanismo.
La argumentación del escritor parte de que en la década de los años 70, se inició la crisis y decadencia de la política indigenista de América Latina.
Esa política “proponía la integración de los pueblos indígenas al conjunto de la sociedad, en detrimento de sus lenguas, historias, valores y su propia visión del mundo”, escribe el autor.
Plantea que hay que “refundar la nación en este siglo”, recuperando el legado civilizatorio mesoamericano que fue “soslayado desde la Colonia hasta nuestros días”.
“Debe transformar el actual sistema educativo para orientarlo a un sistema que traiga de vuelta los conocimientos propios de los pueblos, que las diversas lenguas sean conducto para fortalecer la identidad de los pueblos y sobre todo, invita a reflexionar colectivamente sobre la autonomía y la libre determinación”, consideró la escritora mazahua Susana Bautista, durante la presentación del libro la tarde del miércoles en la librería Octavio Paz del FCE.
El libro reúne siete ensayos de Natalio Hernández escritos entre 1997 y 2024 donde da cuenta de diferentes momentos del indigenismo como política del Estado-Nación mexicano, la aculturación y el integracionismo.
Ahí señala como necesario profundizar y avanzar en las propuestas de autonomía y libre determinación de los pueblos indígenas, “para el control y manejo de sus recursos naturales”.
En opinión del poeta Hermann Bellinghausen, la autonomía es “una palabra que en el Gobierno no está de moda” y de sus muchas implicaciones, una fundamental que nunca se menciona es el territorio.
“El territorio es fundamental y ese es un tema que no está en el debate, no va a discutir Claudia Sheinbaum porque no lo quiso hacer en la Ciudad de México, entonces por lo tanto la autonomía siempre va a seguir siendo una promesa incumplida”, advirtió el poeta, quien fungió como moderador.
Si los escritos de Natalio Hernández dejan ver que el indigenismo cumplió su función y el autor lo enlaza con el humanismo, Bellinghausen apuntó que se abre un nuevo debate: “¿De qué humanismo estamos hablando?”.
“¿Estamos hablando de los jesuitas? ¿Estamos hablando de la tradición de que en realidad el humanismo es una invención occidental para recuperar el pensamiento clásico y conciliarlo con el pensamiento cristiano? El humanismo viene desde el Renacimiento, en México hay figuras notables desde Clavijero, Las Casas, Quiroga y por supuesto, Sahagún. Pero me pregunto si es un humanismo mexicano”, planteó.
Bellinghausen consideró que el siglo 19 está “sobrevalorado” y fue el peor para los pueblos originarios desde la llegada de los españoles.
“Es la época en que se les niegan más cosas. Yo creo que Benito Juárez no fue un Presidente proindígena o lo fue hasta cierto punto, por las mismas razones, la razón de Estado en la que está constituido México que no admite la posibilidad de una autonomía de una territorio propio de los indígenas”, aseveró.
El poeta Ursus Sartoris coincidió con Bellinghausen en el sentido de que el Estado mexicano no quiere aceptar la autonomía de los pueblos indígenas al considerarlos menores de edad.
En su intervención, Natalio Hernández anunció que los comentarios vertidos en las distintas presentaciones de su libro serán parte de una antología que titulará Disertaciones en torno a los siete ensayos del indigenismo al humanismo.